Las conclusiones centrales del Encuentro Nacional de Mujeres en Posadas fueron la necesidad declarar la emergencia nacional en violencia de género, el fin de los femicidios, la reforma a la legislación sobre trata, la legalización del aborto, el repudio al anunciado veto de Mauricio Macri a la ley de abortos no punibles y a los otros protocolos restrictivos de las interrupciones voluntarias del embarazo amparadas por el Código Penal y el fallo de la Corte Suprema de Justicia.

En una votación democrática, y a través de emotivos aplausos, se votó la sede del próximo Encuentro, en 2013. La ciudad elegida fue San Juan, después de que Salta retirara su postulación y la candidatura de Buenos Aires fuera rechazada por las participantes que tienen como brújula ir a los lugares del país donde las mujeres son menos escuchadas.

“Los talleres más masivos fueron los de trata y de violencia. Pero todos los talleres funcionaron. Reinó el consenso y el trabajo grupal”, se alegró Cecilia Rodríguez, de la Comisión Organizadora. Su compañera Andrea Dombroski resaltó: “El apoyo a la Campaña Nacional por la Emergencia Sexual y Doméstica, el rechazo a los femicidios, la postura en contra de las megarrepresas y la visibilización de la problemática de la trata de personas en la triple frontera”.

La diputada porteña María Elena Naddeo subrayó: “Todo el Encuentro Nacional coincidió en repudiar al gobierno de Mauricio Macri por vetar la ley de aborto no punible. El encuentro, más allá de las diferencias, constituye una instancia maravillosa de formación en ciudadanía plena y un aporte en la construcción de una sociedad igualitaria”.

En Posadas, las radios y medios locales hablaron de desmanes por las pintadas que pedían aborto legal en la puerta de la catedral, la consigna “Yo aborté y tu mamá también” en los ladrillos de un restaurante o los stencils de “Piquetera mata galán” con el dibujo de una señora con Marcelo Tinelli en una bolsa en las paredes de la ciudad. En realidad no hubo disturbios, pero sí una masiva presencia y la instalación de la agenda del movimiento de mujeres en las calles de la ciudad.

Lo más valioso del Encuentro, aunque por momentos desgarrador, es conocer las diferentes realidades del país. La elección de la sede es un signo ante la necesidad de alertar sobre la situación de la mujer en la región. Cada año, el último día, se propone la futura provincia que va a albergar a las más de 20 mil mujeres que suelen participar del Encuentro. En la votación fue aplanadora la propuesta de San Juan que, por un amplio margen de gritos y aplausos, fue proclamada como sede del XXVIII Encuentro de Mujeres en 2013. “Hay que ir a las provincias que más nos necesitan; en Buenos Aires tienen todos los recursos”, reflexionaba Julia Antúnez, de Corrientes, mientras se ponía de pie para aplaudir la convocatoria de Cuyo.

Nina Brugo se quejaba: “Yo voté por Capital porque es la sede del Legislativo y donde cajonean los proyectos como el aborto legal, y puede servir para despertar a nuestros legisladores”.

Claudia Guzmán, de San Juan, explicó su postulación: “Tenemos que ir a defender la lucha por el agua y contra la minería, junto a todas las luchas de las mujeres”. “En nuestra provincia no se implementa la educación sexual, se puede llegar hasta las pastillas, pero no hay acceso a los DIU ni a muchos otros derechos”, agregó su comprovinciana Vanesa Valle.