Daniela Vilá es una periodista del pueblo de Santa Rosa de Calamuchita que el lunes decidió trasladarse a la localidad de Yacanto, también dentro del Departamento de Calamuchita, para sacar fotos y grabar videos del incendio en el lugar. Pero el viaje express por trabajo se convirtió en una odisea cuando el fuego la encerró, al igual que a los demás habitantes del lugar y debieron abandonar la ciudad escoltados por los bomberos.

“Llegamos a las 13 del lunes con mi pareja y no pasaba nada. Fuimos hasta el paraje de San Miguel del Río, cruzamos un río y nos decían que el fuego no iba a pasar por ahí. Nos volvemos y vemos cómo detrás de nosotros el fuego fue tomando San Miguel del Río. Había ráfagas de 100 kilómetros por hora. Un bombero nos dijo que era un fuego de copas que prende enseguida. Nos dijo ‘váyanse’, pero nosotros no hicimos caso y decidimos ir a cubrir todo lo que pasaba desde el cuartel de bomberos”, contó Vilá.

Sin embargo, con el paso de las horas la situación, lejos de mejorar, empeoró. “A las 17 la ruta fue cerrada mientras que al camino de ripio le había pasado el fuego por encima. A las 20 nos cortaron la luz. Cerca de las 22 no se podía usar más los teléfonos y el fuego estaba mucho más cerca. Eramos 150 refugiados entres mujeres y chicos, porque los hombres se quedaron para pelear por las casas. El fuego estaba a una cuadra y media de nosotros, al norte, este y oeste y el jefe de Bomberos nos dijo que ése iba a ser un lugar seguro sólo por una hora más.”

De acuerdo con el relato de la periodista, los refugiados propusieron entonces ser escoltados por los bomberos en una caravana por la ruta quemada con el riesgo que implicaba, ya que los postes de luz se habían prendido fuego, peligrando su sostén. “A las 23.15 salimos 50 autos en caravana hacia Santa Rosa y llegamos cerca de las 24 y ya estaba cortado el paso hacia Yacanto. Nos mirábamos y no lo podíamos creer. Estuvimos a punto de morir calcinados o intoxicados. Era todo fuego y nadie sabía qué hacer. Lo único que quedó a salvo de Yacanto fueron cuatro cuadras del centro.”

Informe: María Julieta Rumi.