“Que haya venido el Equipo de Antropología Forense es una pequeña alegría, pero yo no deposito muchas esperanzas en la acción de la Justicia; no es un capricho ni mala voluntad, pero la verdad es que en casi cinco años de investigación no hemos recibido ninguna señal que nos haga confiar en la Justicia.” Mónica Alegre, la madre de Luciano Arruga, alude a un largo camino lleno de tropiezos, porque ya fueron recusadas dos fiscales, Roxana Castelli y Celia Cejas. Con el agravante, en el caso de Cejas, de haber ordenado investigar a la propia familia de Luciano Arruga, interviniendo los celulares de Mónica y otros familiares.

“Son demasiados golpes y uno llega a la conclusión de que no hay una Justicia para los pobres. La única esperanza que tengo, en lo personal, es que alguien que participó de este crimen rompa el silencio, se arrepienta y nos diga de una vez cómo fue que lo secuestraron y lo torturaron a Luciano, como ya lo habían hecho antes de su desaparición.” En otra causa está procesado por “vejámenes” cometidos en perjuicio de Luciano el policía Julio Torales. Estos hechos ocurrieron seis meses antes de la desaparición del joven.

“Creemos que está claro que a mi hijo lo secuestró la policía y por eso seguimos pidiendo justicia al nuevo juez.” Juan Pablo Salas, del Juzgado Federal Nº 1 de Morón.