La Iglesia Católica de Chile pidió ayer perdón a los niños de ese país luego de los últimos casos de pedofilia en los que estuvieron involucrados al menos seis sacerdotes.
A dos días de la celebración del Día del Niño, el secretario de la Conferencia Episcopal de Chile, Manuel Camilo Vial, pidió a través de una carta “humildemente perdón por este mal causado por algunos de los hijos de la Iglesia”.
El caso que provocó mayor conmoción en los últimos meses fue el del sacerdote José Andrés Aguirre, de 45 años, quien fue condenado el 24 de junio a 12 años de prisión por haber mantenido relaciones sexuales con 10 niñas, una de las cuales quedó embarazada. El jueves último también se cerró el sumario en el proceso contra el cura Antonio Larraín, acusado de abusos sexuales contra una menor.
El obispo Vial afirmó que a la Iglesia “le duele que haya adultos, que a veces son familiares, profesores, o incluso algunos sacerdotes, que les han causado algún daño” a los niños chilenos.
La carta continúa con la línea que impuso el arzobispo de Santiago cuando el año pasado había censurado públicamente a los acusados. Por último, la Iglesia les pide a los niños que “sigan siendo alegres como los ángeles” y “amigos de Jesús”.