SOCIEDAD
Las claves del fenómeno
- Los after office no son una creación espontánea. Son algo así como la continuación, desde una perspectiva histórica, de los after hour de los bares irlandeses del Bajo. “Hace unos años comenzaron los bares irlandeses, pero la oferta estaba algo saturada y ahora se trasladó la moda a las disco que hasta ahora estaban cerradas los días de semana”, dice en este caso Enzo Gabriel Rodríguez, el hombre que con un teléfono atiende a Página/12 y con otro responde los llamados de reserva para Museum o para Mint, el punto que funciona en Punta Carrasco.
- Estos ámbitos office tiene circuitos, target, propuestas específicas que van componiendo el género: “Están destinados al público de la city –dice Enzo– que hacen un break a mitad de semana, después de la oficina, aunque algunos llegan un poco más tarde porque vienen después de la facultad”.
- El traje riguroso es una de las marcas clave entre los que promueven el circuito after y quienes lo visitan.
- Existen los horarios como regla inamovible: “Las noches empiezan a las 19.30 –sigue Enzo– y el buffet se sirve hasta las 20.20 o 21 a más tardar, luego comienzan los shows o la música que lentamente se va poniendo más dance, tipo a las 2, tempranito, termina”.