El doble crimen de las dos chicas argentinas en Ecuador, Marina Menegazzo y María José Coni, convocó buena parte de las miradas de la nutrida marcha de ayer por el Día Internacional de la Mujer. En Congreso, familiares de las dos jóvenes y de Lola Chomnalez, asesinada en Uruguay, realizaron un acto cargado de emotividad.

Conmovidos por el llanto, los padres y otros familiares de las tres chicas, fueron acompañados por otras manifestantes en el reclamo por el esclarecimiento de los crímenes y contra la impunidad y los femicidios.

Una prima de Marina Menegazzo, Vanesa Lijdenf, dijo que “Nunca pensé estar en este lugar, porque siempre estas cosas le pasaban a los demás”.

Adriana Belmonte, mamá de Lola Chomnalez, asesinada en 2014, dijo que “el próximo viernes al mediodía” se reunirá con el embajador argentino en Montevideo, Guillermo Montenegro, “porque la causa está abierta pero nunca más se movió”. “Voy a pedir que vayan peritos argentinos, igual que con la investigación de las chicas asesinadas en Ecuador –agregó–. Cuando fue el crimen de las turistas francesas en Salta, el gobierno argentino permitió que colaboraran sus familiares.”

Mientras, en Ecuador, los peritos de la Policía Federal que habían viajado para tratar de confirmar si los cuerpos pertenecen a Menegazzo y Coni no pudieron tomar las huellas dactilares de los cadáveres ya que no tuvieron autorización oficial. Los peritos informaron que sólo pudieron extraer ADN pero no las huellas de los dedos porque no los autorizó el fiscal general local Galo Chiriboga. “Si no tenemos la decisión absoluta del fiscal general no podemos tomar esa muestra”, aseguró Francisco Guglielmo, jefe del Departamento Identificaciones Personales, uno de los peritos enviados a Ecuador.

Durante una conferencia de prensa brindada en el Hotel Wyndham, Guglielmo sostuvo que si lograban levantar las huellas dactilares tendrían “el ciento por ciento de certeza de las identidades y en breve tiempo al llegar a Buenos Aires”.

Tras aclarar que sólo tomaron “rastros biológicos” que le permitirán realizar estudios de ADN comparativos con familiares de las víctimas, Guglielmo afirmó que “se logró en parte el objetivo que deseábamos”. “Estamos a la expectativa de que nos autoricen” a tomar las improntas papiloscópicas para poder volver a la Argentina con todos los elementos para la correcta identificación científica.