“República Cromañón” era antes “El Reventón”, la famosa bailanta del barrio de Once. Es un enorme galpón en el que entran más de dos mil personas. Es un lugar muy conocido ubicado a metros de la estación de ferrocarril, sobre la calle Bartolomé Mitre. En otros tiempos, quienes suelen tomar el tren del Sarmiento, los sábados y domingos a la mañana, solían encontrarse con una marea humana de chicos y chicas vestidos con gorras de visera y uniformes de gimnasia. Eran fans de la cumbia villera que volvían, mezclándose con los obreros y gastronómicos que cumplen el turno noche.
En los últimos años, El Reventón dejó de ser bailanta y se reconvirtió en un boliche multiuso. Allí suelen tocar grupos de rock y también se realizan actos políticos. Es un lugar muy grande que sirve para juntar multitudes, a las que un boliche común les quedaría chico, pero que resultaría insuficiente para llenar un estadio cubierto, como Obras. Es una discoteca que tiene dos niveles, una especie de balcón con paneles de hierro, y una barra de estilo antiguo.
En los últimos dos años, en ese lugar se realizaron actividades ajenas a lo artístico: por ejemplo, algunos movimientos piqueteros y partidos políticos alquilaron sus instalaciones para realizar allí sus plenarios nacionales. No es la primera vez que El Reventón –ahora se llama República Cromañón– queda asociado a las malas noticias, porque en esa zona hubo varias peleas. Pero es la primera vez que sucede una tragedia de este tipo, con muchos jóvenes corriendo por la calle en cueros, desesperados, pidiendo ambulancias a los gritos.