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Un caso poco frecuente
Por M. C.
“No se puede renunciar a la patria potestad. Esa figura no existe. Los padres lo que pueden hacer es entregar en adopción a su hijo, que queda bajo la responsabilidad de un juez hasta que logra ubicar a otra familia que quiera incorporarlo como hijo”, explicó a Página/12 la abogada Nelly Minyersky, directora del Instituto de Derecho de Familia del Colegio Público de Abogados de la ciudad de Buenos Aires. “Existen causas por las cuales se puede perder la patria potestad, como el abandono del menor, la falta de asistencia, el atentado contra su vida o contra sus derechos, todas causas graves”, agregó el abogado mendocino Alfredo Guevara Escayola, en diálogo con este diario.
“Si los padres dejan de cuidar a la criatura pueden incurrir, incluso, en el delito de abandono de persona”, aclaró Minyersky. La especialista en derecho de familia señaló que no es frecuente que se entregue en adopción un menor por el hecho de que tenga una discapacidad. El caso de Mendoza es “demasiado particular”, opinó. “Generalmente las entregas que se conocen son de madres solas que tuvieron un embarazo no deseado y no tienen medios económicos para mantener al bebé. A nivel de jurisprudencia se conocen pocos casos de familias de cierto nivel económico que toman esta decisión”, indicó. “Hay que ver si esta pareja mendocina tuvo alguna apoyatura psicológica antes de decidir no hacerse cargo del hijo. Si la tuvo y no lo quiso igual, es bueno que un juez pueda encontrar una familia que lo quiera como hijo”, reflexionó.
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