La declaración de Juan Carlos Santillán, que perdió a su hija Valeria en el boliche de Once, generó un cruce de acusaciones entre padres cuyos hijos murieron en República Cromañón. La audiencia de la comisión que investiga el desempeño del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, se llenó de gritos e insultos cuando Santillán relataba cómo ubicó al cuerpo de su hija. Los otros padres lo acusaron de “mentiroso”. También recibió cuestionamientos en torno a un subsidio del gobierno porteño. Santillán aseguró que no está interesado en “politizar” la muerte de su hija y que, por lo tanto, lo único” que busca es “justicia” por “el dolor” que tiene desde fines del 2004.
Santillán fue uno de los padres que la defensa de Ibarra pidió que se citara como testigo, pero además fue quien adhirió a una solicitada publicada el 28 de julio pasado, que expresaba “preocupación” por el informe elaborado por la Comisión Investigadora de la Legislatura, considerado como “operación política” en contra del jefe de Gobierno porteño.
En medio de su testimonio, otros padres presentes lo acusaron de “haber cobrado 300 mil pesos para hacer quedar bien al Gobierno”. Armando Canziani consideró que “somos hermanos en el dolor, pero no entiendo por qué incurrió en tantas contradicciones”. Nilda Gómez, mamá de Mariano, estuvo entre los familiares que repudiaron los dichos de Santillán. “En su declaración había muchas contradicciones. Eso puso nerviosa a una mamá que lo conocía y sabía que estaba mintiendo. Le gritó y se desmayó”, afirmó.
En su testimonio, Santillán expresó que percibía un subsidio de parte del Gobierno porteño de 600 pesos y rechazó las acusaciones de los restantes familiares acerca de un cobro por su declaración. “Yo no vendo a mi hija. No soy como algunos de los que fueron a pedir plata; yo sólo quiero justicia”, aseveró más tarde Santillán en declaraciones durante una conferencia de prensa que ofreció en la sala de periodistas de la Legislatura.
Santillán sostuvo que decidió adherir a la solicitada del 28 de julio pasado que denunciaba una “operación política” en contra de Ibarra porque “yo dejaba escritos en los que pedía a la Comisión Investigadora que se aclare el horario de incendio, quién llamó al Same, a la Policía. Pero no me contestaron nada”.