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Frente a la expansión de la gripe aviaria que amenaza a Europa, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dispuso un “alerta sanitario” en la Argentina. De este modo, se prohibió el ingreso al país de aves vivas, carne aviar y productos derivados de países afectados por la enfermedad. El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Roberto Domenech, desmintió que el temor a la enfermedad haya disminuido el consumo interno de pollos.
Con esta medida, se prohibió el ingreso de aves vivas, carne aviar “o productos derivados de países donde se registra la influenza aviaria”, señaló el director nacional de Sanidad Animal del organismo, Jorge Dilon, en una conferencia de prensa que tuvo lugar en la Bolsa de Cereales. El técnico indicó que “los controles habituales se profundizaron”. También aseguró que “es una medida preventiva lógica que afecta a las especies ornamentales –loros, tucanes, patos, faisanes– que se importan como mascotas”.
En tanto, Roberto Domenech dijo que “las reposiciones de mercadería del último fin de semana realizado por las empresas avícolas nos permiten afirmar que no hay retracción del consumo interno de pollos”.
Consultado acerca de si la expansión de la enfermedad en el mundo abre nuevas posibilidades a las exportaciones argentinas de aves, el titular de CEPA consideró que “no hay una sola respuesta. A veces el temor del público retrae la demanda y perjudica el mercado; otras veces los consumidores prefieren las aves de los países con sanidad garantizada y en ese caso saldríamos beneficiados, pero no hay comportamientos lineales”.
Y abundó en detalles al explicar que, a comienzos de 2004, “la avicultura argentina tenía 15 mercados de destino”, pero al retirarse del mercado Tailandia, principal proveedor de los países asiáticos, “a causa de la influenza aviaria, nos permitió llegar actualmente a 56 destinos”.
Domenech manifestó que “consumidores y distribuidores están ansiosos por las informaciones alarmantes que vienen del exterior”. Sin embargo, aclaró que ninguno de esos grupos tiene miedo “porque en Argentina jamás hubo influenza aviaria ni hay registro de esa enfermedad en el país”.
En referencia al consumo interno de pollo, aseguró que “se mantiene en los 25 kilogramos de pollo por habitante/año, que es el promedio del último año, y aporta el 26 por ciento de las proteínas del país”.
Asimismo, destacó que se espera que este año la producción sea de 1.040.000 de toneladas de carne de pollo. De ese total, 140 mil se destinarán a la exportación y el resto, al mercado interno, mientras que para 2006 se proyecta una producción de 1,2 millones de toneladas con 200 mil toneladas para la exportación”, concluyó Domenech.