“Si el Papa fuera mujer, el aborto sería ley”, coreaban las trescientas mujeres que les hicieron frente a los bocinazos de automovilistas en plena hora pico sobre la avenida Entre Ríos, frente al Congreso Nacional. Así comenzó el abrazo simbólico en repudio “por el abandono de la chica discapacitada embarazada tras una violación”, a quien se le negó la posibilidad de abortar, que le garantizaba la ley. Así lo explicaron las manifestantes, casi todas participantes del Seminario Internacional “Aborto, Derechos, Subjetividad, Género y Poder” que comenzó ayer y finaliza hoy en el salón Auditorium de la Cámara de Diputados.

El encuentro está organizado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, slogan que portaban en sus pañuelos verdes las asistentes. “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”, fue el lema que acompañó esta iniciativa, a la cual asistieron organizaciones de todo el país que reclaman la despenalización del aborto y especialistas internacionales.

“¿Alguien se preguntó por qué es ilegal el aborto?”, refunfuñó Gladis de 78 años, en medio de la caminata. “Es que han asustado tanto a las mujeres que tienen miedo, eso es fruto de esta sociedad patriarcal.” Su opinión era compartida por Marcela, de 61. Para ella el caso de la joven discapacitada, involuntaria futura madre, es propio de “una sociedad hipócrita que penaliza el aborto en mujeres pobres, ya que un aborto sale más de mil pesos”.

Cuando la movilización empalmaba por Combate de los Pozos apareció Verónica, de 27 años, con su bebé de cinco meses en brazos. “Estoy a favor del aborto cuando hay riesgo de vida. Uno decide si tiene un hijo o no, no un juez o un médico. No somos muñecas”, enfatizó.

“Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, era otra de las consignas en medio del abrazo al Congreso. Previo a eso, durante el seminario, estuvieron exponiendo especialistas en el tema. Una de las más aplaudidas fue la holandesa Hillie Molenaar, cineasta, documentalista sobre temas de derechos humanos y aborto de ese país. Enterada del caso de la joven discapacitada, señaló a Página/12 que “es lo más antiético que uno se puede imaginar, ya que muestra la incapacidad de los líderes de este país”. En su país, donde “existe una clínica que efectúa abortos tardíos de la semana 12 a las 22 de gestación”, de acuerdo con su relato, en un contexto nacional donde el aborto es legal desde 1984, un caso como el de esta joven “se hubiese resuelto sin problemas, ya que el aborto es permitido, y aunque es complicado en el caso de estar en el quinto mes de embarazo se la hubiera ayudado mucho antes para no llegar a esa situación”.

Otra de las expositoras, la diputada nacional Juliana Marino, señaló que con el caso de L.M.R. “se generó en la opinión pública un salto cualitativo en la concientización sobre el tema”. Para la legisladora “la sociedad está por delante de la legislación y es más tolerante con lo que pasa”. “Me parece que aunque este caso es dramático genera condiciones para el debate.” Para ella “hay que lograr ponerse del mismo lado”. En 2004 Marino presentó un proyecto de ley sobre “procedimientos en casos de aborto no punible”, iniciativa “que nunca se trató” y que si se hubiera aprobado “no hubiese intervenido la Justicia”.

Para Juan Marco Vaggione, doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba, “estas reacciones, como lo de La Plata, corren el tema del aborto para atrás. Son las formas en que los sectores conservadores van en contra de los avances que se han logrado”. Lo que ocurrió con esta chica “pone de manifiesto que la existencia de derecho no es garantía de que lo que dice se produzca”. En este caso “hubo poderes que hicieron que esto se atrasara.”

Informe: M. S. Wasylyk Fedyszak.