Amnesty International denunció ayer al sistema penitenciario argentino luego del incendio en el penal de Santiago del Estero que dejó 34 muertos. “Reina una situación de abandono, dejadez y condiciones inhumanas”, dijo la ONG internacional y remarcó la necesidad de “elaborar un plan de política penitenciaria”.

“Para Amnesty International las denuncias de hacinamiento, deficiencias en los servicios sanitarios y de atención médica, así como de tratos crueles, inhumanos o degradantes en diferentes cárceles del país constituyen un motivo de gran preocupación”, señaló.

La delegación argentina de Amnesty recordó que el Informe Anual 2007 de la entidad denunció que “las condiciones de reclusión siguen siendo duras en la mayoría de las prisiones y centros de detención” y que “los reclusos sufrían malos tratos”.

“Lo ocurrido en Santiago del Estero muestra que poco o nada se ha venido haciendo para revertir esta situación que atenta contra los derechos humanos”, advirtió.

También aconsejó “la puesta en marcha de un programa de asistencia médica y mejoramiento de las condiciones de higiene, y el apoyo y protección de las organizaciones de la sociedad civil y abogados defensores de derechos humanos que trabajan sobre los derechos de los internos”.