EL DEBATE POR EL PERFIL PRODUCTIVO DEL PAIS
La lucha contra la primarización
El gobierno creó un programa de foros de competitividad industrial para desarrollar sectores con alto valor agregado. El responsable del proyecto habla de cómo revertir la primarización.
Por Fernando Krakowiak
El gobierno de Néstor Kirchner creó hace apenas un par de meses un programa de foros de competitividad industrial para incrementar la producción en sectores capaces de generar bienes con alto valor agregado. El objetivo es tratar de revertir poco a poco la reprimarización de la economía que tiene a la soja y al petróleo como sus principales exponentes, pues una baja conjunta de las cotizaciones de esos productos desequilibraría rápidamente la balanza comercial. El primer paso fue seleccionar a los nueve sectores que se intentará apuntalar entre los que se incluyen madera, cuero, textil, maquinaria agrícola, industrias culturales, biotecnología y software. Para conocer los detalles de la iniciativa Cash conversó con Alejandro Tozzola, coordinador general de los foros de competitividad.
¿Por qué se seleccionaron nueve sectores?
–Son los sectores productivos que tuvieron una mejor respuesta al cambio de precios relativos generado por la devaluación. Hay cuatro sectores de la industria tradicional como madera, cuero, textil y maquinaria agrícola. En madera la demanda externa creció fuerte, no sólo en bruto sino de la madera trabajada. En el sector textil se suplantaron importaciones e incluso aumentaron las exportaciones. La producción de calzado de calidad creció y la maquinaria agrícola resurgió con el auge del campo. Además se incorporaron sectores no tradicionales que vienen creciendo mucho. En el caso del software fue fenomenal el desplazamiento de los centros de procesamiento regionales hacia la Argentina.
¿Por qué se piensa apoyar a esos sectores si reaccionaron bien por sí solos?
–Buscamos consolidar la generación de valor agregado industrial transformando las ventajas comparativas en ventajas competitivas. Para ello hay que sortear obstáculos de carácter administrativo, fiscal, burocrático, financiero y tecnológico que surgirán del diagnóstico para luego fijar metas estratégicas de desarrollo.
Los sectores que menciona se posicionaron mejor a partir de una fuerte caída de los costos laborales, ¿cómo van a hacer para que las ventajas comparativas no se basen en la pobreza de los trabajadores?
–Si la recuperación de salarios se da sin que haya una mejora en la productividad del capital y del trabajo, seguramente se va a perder competitividad. Por eso buscamos incentivar la actualización tecnológica y la inversión impulsando la investigación y el desarrollo.
¿Cuáles son los recursos económicos disponibles para atender las necesidades que surjan?
–A priori no se requieren ingentes recursos económicos porque ésta es una tarea de masa crítica más que una tarea de inversión. En el corto plazo, los coordinadores deberán compilar y sistematizar toda la oferta de instrumentos del Estado para que buena parte de las demandas se atiendan con los recursos existentes.
Pero usted destaca la importancia de la investigación y el desarrollo y los recursos que destina el país en esas áreas son muy escasos.
–No estoy de acuerdo. A nivel estatal se duplicó el presupuesto para investigación y desarrollo.
Pero no llega al 1 por ciento del PIB.
–Es cierto, pero se incrementa sobre la base ínfima que existía. Además, nuestra idea es que no sea sólo una tarea estatal sino que también se promueva la investigación y el desarrollo en el ámbito privado vía fiscal.
–¿La iniciativa de creación de los foros de competitividad industrial va acompañada de nuevos recursos? –Hay un financiamiento del programa BID para pagarle a los consultores que trabajan con los coordinadores de cada foro. Lo que no hay es un fondo para financiar cualquier actividad. Cuando surjan las propuestas de acción, éstas serán elevadas, y ahí se definirá a nivel presidencial cuáles son las acciones que se llevan adelante.
–¿Qué plazos estipulan para el desarrollo de las distintas etapas?
–Los plazos no son rígidos. La dinámica de cada foro va a ir marcando los tiempos, pero la intención es que en algunos foros se puedan formular propuestas de acción para mediados de año.
Usted destaca la importancia del sector privado para complementar la inversión en investigación y desarrollo, pero parece difícil que eso suceda si la economía permanece en default.
–La renegociación de la deuda pública en default es un paso necesario. Eso va a abrir una mayor propensión a la inversión, pero este tipo de tareas sectoriales no necesariamente dependen del esquema macro sino también de la particularidad de cada sector.
En varios sectores que crecieron durante 2003 como el textil, necesitan invertir para ampliar su capacidad productiva, y no pueden acceder al crédito.
–El sistema financiero tiene cerca de 25.000 millones de pesos sin prestar. Seguramente el mercado está esperando ciertas señales que tienen que ver con los amparos y el tema de la deuda para volver a prestar. No obstante, el Estado ya está ofreciendo líneas de créditos como los 500 millones de pesos disponibles a través de la Sepyme, los créditos del Banco Nación y el BICE, la formación de fideicomisos y la utilización del instrumento de la sociedad de garantías recíprocas, es lo que está ayudando a esos sectores.
Todas estas opciones estaban disponibles antes de que los foros existieran, ¿qué va a cambiar a partir de ahora?
–Los foros van a tratar de coordinar esta oferta y privilegiar el otorgamiento de líneas de crédito específicas a determinados sectores.
¿El sistema financiero privado va a integrar estos foros?
–La expectativa óptima es que se acerquen y puedan compartir soluciones. En la medida en que el programa tenga éxito se van a ir acercando.
¿No hay una decisión de convocarlos?
–No en la etapa inicial. La iniciativa tiene poco más de un mes de vida y la convocatoria fue sólo a organismos oficiales. El trabajo con el sector privado irá surgiendo en cada foro.