ASISTENCIA FINANCIERA Y TéCNICA A EMPRENDEDORES
De la mano del Estado
El Centro Metropolitano de Diseño se ha convertido en una herramienta pública para fortalecer el entramado empresario de la ciudad a partir de la coordinación de cadenas de valor.
Por Fernando Krakowiak
El 18 de diciembre de 2001 el gobierno de la ciudad de Buenos Aires inauguró en Barracas la sede del Centro Metropolitano de Diseño (CMD). Una institución creada para asistir técnica y financieramente a pymes, diseñadores y emprendedores con el objetivo de generar valor y mejorar la competitividad a partir del diseño y la innovación tecnológica. La intención era buena, pero el contexto de crisis económica, inestabilidad política, movilizaciones y saqueos puso en duda la oportunidad de la iniciativa. “Nos sentíamos unos delirantes hablando de políticas activas en un país que se hundía pero, luego de seis meses de incertidumbre, la situación comenzó a mejorar y encajamos perfecto con nuestro discurso productivo”, señaló a Cash Adrián Lebendiker, director del CMD. En la actualidad, el Centro se ha convertido en una herramienta pública para fortalecer el entramado empresario de la ciudad a partir de la coordinación de cadenas de valor en textiles, calzados, indumentaria, marroquinería, muebles, turismo, industrias culturales y diseño multimedia.
Durante 2004, el CMD otorgó 838 mil pesos para financiar 52 proyectos productivos que suponen una inversión de 1,5 millón de pesos si se contabiliza la contraparte exigida a los empresarios beneficiados. La asistencia financiera alcanzó a pymes que vienen trabajando en la ciudad y a proyectos gestados en la incubadora de empresas que funciona en el Centro. Además se organizaron cursos de capacitación, bolsas de trabajo, asistencia para el desarrollo de nuevos productos, programas de evaluación de empresas y ferias de diseño para facilitar la comercialización de los bienes.
Bonus Comunicaciones, proveedora de tarifadores para locutorios y empresas de Internet, fue una de las beneficiadas con los subsidios otorgados. Rosalía Trotta, integrante de la compañía, afirmó a Cash que “a partir de los 30 mil pesos que obtuvimos y una inversión propia vamos a trabajar la imagen de la empresa y el diseño de los productos para aumentar nuestras exportaciones”. La marca de ropa masculina Hermanos Estebecorena también consiguió un subsidio del Centro para ampliar una de las líneas de indumentaria. Alejo Estebecorena remarcó a Cash que “el CMD ya nos había ayudado a contactar a proveedores de tejidos y cuero para mejorar la producción y con el subsidio damos un paso más”.
Además de ayudar a pymes en funcionamiento, el CMD tiene el programa Incuba para favorecer la generación y el crecimiento de nuevas empresas. Se convoca a emprendedores a presentar proyectos y luego se realiza una selección tomando en cuenta la viabilidad de la iniciativa y el producto a elaborar. A los emprendedores seleccionados se les otorga financiamiento y una oficina en el Centro durante tres años para que puedan disminuir los costos fijos. Mario Spina, socio de la editorial CommTools especializada en libros de diseño, señaló a Cash que “teníamos la idea de desarrollar la editorial, pero recién pudimos hacerlo cuando fuimos seleccionados en Incuba hace un año y medio. Desde entonces editamos 15 libros y pusimos un local en Ciudad Universitaria, donde también comercializamos publicaciones de terceros”. La pyme fabricante de juguetes didácticos Abracadabra fue otra de las seleccionadas en Incuba y accedió a un subsidio para ampliar su red de comercialización. María Quiles, socia de la compañía, afirmó a este suplemento que “luego de la devaluación nos pareció que era el momento de crear la empresa para sustituir importaciones”.
El Centro se dedica también a fortalecer cadenas de valor coordinando tareas entre pequeñas y grandes empresas. Un ejemplo es el desarrollo reciente de un emprendimiento para fabricar muebles de pino. El CMD vinculó a fabricantes y diseñadores de muebles con la empresa Easy, que buscaba desarrollar una línea de diseño versátil, con pack adaptable y quese articulara con el concepto “hágalo usted mismo”. Los productores se comprometieron a contratar los servicios de los diseñadores, Easy garantizó la compra de los muebles y el CMD intervino en la coordinación y la negociación de los precios. El asesoramiento fue gratuito porque se parte del supuesto de que los resultados obtenidos generan un beneficio social. Sin embargo, Lebendiker señaló a Cash que “si el resultado es positivo y los actores buscan ampliar la experiencia a otras líneas, el CMD recomienda el armado de un departamento interno de diseño porque no es justo que luego de coordinar una primera experiencia el Estado siga asistiendo a empresas que pueden contratar esos servicios”. El Centro funciona actualmente en un terreno de 14 mil metros cuadrados, pero ocupa sólo 2200 metros. En los próximos meses comenzará a expandirse en el resto del predio y se construirán laboratorios y talleres para poder responder con mayores recursos a una demanda creciente de pymes que apuestan a dar sus primeros pasos de la mano del Estado.