LA POSICION OFICIAL EN LA NEGOCIACION CON LAS GASIFERAS
“Disponer un ajuste de urgencia”
Andrés Repar, vicepresidente del Ente Nacional Regulador del Gas, el organismo oficial que participa en la negociación por las tarifas con las empresas del sector, adelanta cuál es la estrategia del Gobierno.
Por Cledis Candelaresi
El Ente Nacional Regulador del Gas es uno de los actores públicos con competencia en el inminente aumento tarifario que será otorgado a las distribuidoras gasíferas. Andrés Repar, vicepresidente del Enargas, reconoció ante Cash la necesidad de disponer de inmediato una suba que no sólo compense a las empresas por los mayores costos causados por la devaluación, sino que además les permita sostener un mínimo nivel de inversiones y hasta repagar algo de su deuda.
¿Quién tiene razón: las empresas que reclaman un ajuste o el Gobierno que intenta demorarlo por cuestiones políticas?
–Hay razones en ambos lados y por ello hay que buscar una salida conjunta. Algunas empresas están con problemas de costos, que justifican realmente un aumento.
¿El aumento debería ser por única vez o en forma gradual?
–Preferimos que sea gradual. No se trata de volver a admitir ajustes por indexaciones extrañas, como el la inflación de los Estados Unidos.
¿Desde el punto de vista del Enargas, ¿cuál sería el ajuste razonable?
–Es una situación difícil de expresar en números. Hay que compatibilizar las necesidades con las posibilidades. Tanto las empresas como el Gobierno tienen que adaptarse a esta situación de emergencia. No es posible mantener los contratos en los mismos términos que estaban planteados hasta el año pasado, ya que las tarifas se pesificaron y la estructura de costos cambió: algunos subieron fuertemente, otros bajaron y otros, como el salarial, se mantuvieron. Si tomamos una relación lineal, que sólo traduzca las subas de costos sin ninguna otra ponderación (ni baja de inversión ni deuda), el aumento debería ser del 30 por ciento. De lo contrario, basta con el 5 por ciento.
¿El aumento tarifario debe contemplar la necesidad de algunas empresas de afrontar deudas en dólares?
–Sí. Debe contemplarlo de algún modo. Pero no para cubrirla en el corto plazo. La deuda de las empresas deben ser reestructuradas a largo plazo, incluyendo un período de gracia. A esto pueden ayudar las casas matrices de las empresas extranjeras que integran los consorcios adjudicatarios.
¿Cree que el Estado debe ayudar en esa negociación?
–Las empresas tendrían que ponerse en los zapatos del Estado y viceversa. El Estado debe preocuparse porque las empresas no tengan un flujo de caja que termine poniendo en riesgo el suministro de luz o gas. Para que los servicios sean sustentables no hay ninguna duda que hay que reconocer ya un incremento.
El ministro de Economía dijo que las privatizadas tienen cubiertos sus costos operativos. ¿Usted cree que es así?
–La operatividad es una cosa. Pero la sustentabilidad de un servicio no se da sólo por los costos operativos, sino también por la posibilidad de hacer inversiones, aunque sea mínima, y la de repagar, aunque sea en una proporción mínima, la deuda.
¿Es cierto que hubo un parate en las inversiones?
–Sí, hubo un parate extraordinario. Por eso creo que el Gobierno debería introducir urgentemente algún incentivo en las tarifas para promover algún tipo de obra.
¿De qué modo?
–Un plus tarifario destinado exclusivamente a hacer algunas obras.
¿Esa falta de inversiones entraña el riesgo de que se interrumpa en los próximos meses el suministro de gas?
–Para los próximos meses el suministro de gas está asegurado. La infraestructura, al nivel de consumo que hay ahora, es suficiente para garantizar tanto la producción como el transporte y la distribución. Pero esto no quiere decir que de acá a uno o dos años sí exista aquel riesgo.
¿El Gobierno tiene algún instrumento legal para forzar a las empresas a hacer aunque sea las inversiones mínimas?
–En esta situación, lo único que puede hacer es introducir incentivos.
Las distribuidoras de gas hablan de discriminar entre los usuarios residenciales y las industrias exportadoras, que deberían sufrir un aumento mayor. ¿El Enargas avala este criterio?
–No me parece, porque introduce una serie de subsidios cruzados poco saludable. Además, habría que considerar que algunas productoras y transportistas también son exportadoras.
¿Hasta dónde puede avanzar en materia tarifaria este gobierno y qué legará al próximo?
–Es necesario disponer un ajuste de tarifas de urgencia, luego de que se hagan las audiencias públicas. Pero también se debe definir ahora el comportamiento futuro de los cuadros tarifarios. Así, gran parte del sendero estará recorrido por este gobierno.