Por Carlos Fidel
Economista. Docente investigador de la Universidad Nacional de Quilmes

El recuerdo de la expansión del mercado inmobiliario en la década del 90 es tan lejano a la situación actual que parece que ocurrió en otro país. Hoy el mercado inmobiliario está postrado. Casi no se construyen obras nuevas y es muy difícil vender o alquilar un inmueble. Mirar al pasado tiene sentido. Las claves se encuentran en dilucidar lo acontecido cuando se registró una fuerte afluencia de capitales y una porción significativa incrementó la oferta del crédito privado, generando una fuerte tendencia a la expansión de la actividad de la construcción. Algunos de los rasgos de la expansión sectorial de la década pasada fueron los siguientes:
n Una parte significativa del capital que se invertía en el mercado inmobiliario tenía fuertes comportamientos especulativos.
n El flujo de nuevos capitales y la apertura al exterior generaron modificaciones en las técnicas y sistemas organizativos de los procedimientos constructivos que destruyeron empleo.
n Se registró una alta concentración de las empresas que operaban en el sector, lo que se manifestó en un nuevo entramado de subcontratos entre empresas y en una intensa desaparición de pequeñas y medianas empresas.
n Creció la producción del sector, cambiando el perfil de los productos terminados.
n En relación con la política habitacional, el Estado diseñó iniciativas de descentralización operativa, medidas que fueron muy desarticuladas y poco imaginativas, marcadas por una visión de corto plazo.
Desde hace cuatro años la situación comenzó a cambiar, mostrando inequívocos síntomas que expresaban el agotamiento de la estrategia económica. El mercado inmobiliario urbano está atravesado por un intenso vendaval contractivo.
La actividad viene cayendo desde hace cuatro años, lo que expresa la gravedad de la situación. En la compraventa de inmuebles la cuestión no está mejor. En relación con el año pasado, los precios medidos en dólares de los bienes inmuebles de las zonas urbanas, donde se realizan algunas operaciones, cayeron aproximadamente a la mitad respecto del año pasado. En estos días se observan nuevas consultas en el sector inmobiliario de personas que sortearon distintos “corrales” dirigidos a atrapar sus ahorros y buscan otras opciones donde asentar su patrimonio. Sin embargo, es prematuro anunciar un cambio de tendencia.