Domingo, 26 de octubre de 2008 | Hoy
AUMENTO DE IMPORTACIONES Y DE EXPORTACIONES
El superávit comercial constituye una importante defensa ante cambios negativos de los mercados mundiales.
Por Diego Rubinzal
El superávit comercial es uno de los pilares del esquema económico posconvertibilidad. Durante la vigencia del régimen cambiario del 1 a 1, el saldo de la balanza comercial fue crónicamente negativo. Se revirtieron esos números sólo en los períodos recesivos. En cambio, el nuevo régimen económico puede mostrar simultáneamente saldos comerciales positivos y un vigoroso crecimiento productivo. De esa manera, la economía local se tornó menos vulnerable a los cambios negativos de los mercados mundiales. Sin embargo, la aceleración en el ritmo de las importaciones encendió luces de alerta.
Desde el tercer trimestre del 2007, se observa un salto importante del 36 por ciento en las divisas destinadas a las compras de bienes externos. A partir de ese momento, el ritmo de crecimiento de las importaciones no dejó de acelerarse: primer trimestre del 2008 el alza fue del 40 por ciento, mientras que en el segundo fue de 49.
En su blog homoeconomicus.blogspot.com, el economista Andrés Tavosnanska analiza las razones de esa aceleración. En primer lugar, desglosa las causas del aumento de las importaciones tomando en cuenta la evolución de dos variables básicas: cantidades y precios. Respecto de lo primero, los volúmenes físicos importados tienden a estabilizarse luego de un pequeño incremento registrado en el cuarto trimestre del 2007. Por el contrario a ese comportamiento estable, los precios van escalando progresivamente en un rango que oscila entre 13 y 19 por ciento interanual. Esa primera mirada permite vislumbrar que la aceleración de las importaciones encuentra su explicación principal en la inflación importada.
Sea cual fuera la causa, más cantidades o mayores precios, ello podría llegar a deteriorar el saldo positivo de la cuenta corriente. Tavosnanska relativiza esos temores apelando a la fuerte correlación existente entre los precios de las importaciones y de las exportaciones. Revela que el principal rubro que explica el incremento de las importaciones es el de los bienes intermedios. Si se analiza ese agrupamiento se verifica que el componente más dinámico resultan ser los porotos de soja. Luego de ser procesado por el complejo aceitero-portuario, ese producto termina siendo exportado. “Entonces, buena parte del impulso sobre las importaciones es contrapesado por un crecimiento mayor de las exportaciones. Si cae el precio de exportación de los pellets, aceites, los precios de importación van a caer, y nuestro saldo comercial debería seguir más o menos estable”, concluye Tavosnanska.
Otro factor que estaría jugando a favor del mantenimiento de cuentas externas positivas es la continuidad del proceso de sustitución de importaciones. En ese sentido, Mario Damill compara en el documento Una medida de la sustitución de importaciones, publicado en www.itf.org.ar, las diferencias existentes entre el coeficiente de importaciones actual y el registrado durante la convertibilidad. A tal efecto, elige comparar aquellos trimestres (primer trimestre del 2005 vs. segundo trimestre de 1998) que registraron igual nivel de Producto (en cifras constantes de 1993). “A igual nivel del Producto, las importaciones eran alrededor de 20 por ciento más bajas en 2005 que en el pico de 1998. En otros términos, el cociente entre importaciones y Producto total (relación que se denomina coeficiente de importaciones) declinó de 13,92 a 10,88 por ciento entre ambos períodos. Esta disminución significa que la demanda global fue satisfecha en una proporción mayor por bienes producidos internamente y, en consecuencia, con trabajo local”, sostiene Damill.
Esto no elimina la posibilidad de que las probables consecuencias de la crisis financiera mundial (caída en los precios de los commodities, menor dinamismo en la demanda mundial) puedan impactar negativamente sobre el superávit comercial. A su vez, el debilitamiento del tipo de cambio alto puede afectar a firmas manufactureras que permitieron avanzar en la sustitución de importaciones. Pero eso todavía está por verse. Como afirma Damill: “con el comportamiento de las importaciones característico de la fase anterior, se habría entrado en zona de déficit hace un par de años. Sin embargo, ahora, con otro régimen macroeconómico, todavía se transita en la zona de superávit”. Hasta ahora, el esquema macroeconómico mantuvo la solidez de las cuentas externas.
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