Domingo, 1 de marzo de 2009 | Hoy
Por Manuel Fernández López
Silvio Gesell (1862-1930) decía que el argentino cree que en su país las leyes de la economía no se cumplen de modo tan inexorable como en países más desarrollados, debido a la condición excepcional que brinda la enorme extensión de tierra y su gran fertilidad. Por su parte, la economía opera a partir de ciertas definiciones y de relaciones de causa-efecto, de modo que, dada cierta causa, debe esperarse cierto resultado. Por ejemplo, el ingreso disponible es una definición, que se cumple siempre, y expresa que ingreso disponible=ingreso bruto+subsidios-impuestos. En cambio, la función de consumo es una relación entre el gasto de las familias y distintos niveles de ingreso disponible. La Gran Depresión, a partir de 1930, condujo a desarrollar una macroeconomía capaz de orientar una política económica anticíclica, tal que en tiempos de descenso del PBI, amortiguase su caída y que, en lo posible, llevase a retomar la senda de crecimiento. Comprobado que los cambios en el nivel de consumo influyen en igual sentido al PBI, se siguió una conclusión obvia: en tiempos de descenso cíclico, con PBI decreciente y por tanto con disminución de la capacidad contributiva general, la prescripción era: elevar el consumo global, reduciendo los factores que lo merman (impuestos y retenciones) y elevando otros que lo fomentan (subsidios); y hacer lo contrario en épocas de expansión cíclica. Un caso lo ilustra: la crisis de 1929-1930 disminuyó el ingreso público. Un razonamiento de miras cortas sugería aumentar el ingreso público (crear nuevos impuestos) y reducir el gasto público (suspender obras, reducir el salario de empleados públicos); de todo ello se encargó el subsecretario de Hacienda de la Nación, Raúl Prebisch, a comienzos de 1932. Pero en marzo de 1933, en Londres, leyendo a Keynes en The Times, se dio cuenta que había cometido un gran error, y cuando tuvo oportunidad de ofrecer su nuevo pensamiento a Pinedo y Duhau, en noviembre de 1933, contribuyó a diseñar el primer plan anticíclico argentino. Hoy la política económica respeta pero a la vez se burla de las leyes económicas enseñadas en cada universidad del país: fomenta el gasto, revisando la cuarta categoría del impuesto a las ganancias (creado por Prebisch en 1932); y desalienta el gasto (ya en consumo o inversión), ajustando salarios por debajo de la inflación, o negándose a reducir retenciones.
Los economistas nos valemos de la matemática y la estadística para obtener resultados, pero presentamos estos últimos al público general, y debemos expresarnos con el lenguaje corriente. Para aclarar algunos términos: un “incremento”, en sentido algebraico, puede tener signo + o signo -. Un “incremento relativo, proporcional o porcentual” es el cociente entre el incremento y el valor-base de la variable respectiva (también: la diferencial logarítmica de la magnitud respectiva). El incremento relativo del cociente a¸b es el incremento relativo de a menos el incremento relativo de b (también: diferencial logarítmica de a¸b). Volviendo a la Economía, el valor nominal de un salario o jubilación S es la cantidad de moneda (M) que se paga cada cierto tiempo (T). En símbolos: S = M¸T. Dada una cesta de artículos y servicios consumidos por los perceptores de S (dato obtenido por muestreo), X indica la cantidad física de la canasta y P = M¸X su precio en dinero. El poder de compra de S es la cantidad de X que permite comprar en cierto período, o sea S¸P = (M¸T) ¸( M¸X) = X¸T. Desde 1928, con el libro Ilusión Monetaria de Fisher, el análisis económico usa la categoría homónima. ¿Qué es ilusión monetaria?: Tomar en cuenta, en una decisión económica, a S, y no a S¸P. S puede considerarse como constituido por billetes de 2 pesos. Si gana 690 pesos y pasa a ganar 770, y destina todo su sueldo a alimentación, y su alimento son los billetes mismos, entonces, si extiende la pila de billetes en la mesa, los 345 Billetes de antes, ahora han aumentado a 385 billetes, 40 billetes más: podría decir que su sueldo ha aumentado. Pero no se conoce que nadie (no afectado psiquiátricamente) se alimente con papel moneda. Todos cambian sus billetes por alimentos, y si éstos han aumentado su precio durante el período considerado, entonces la cantidad de alimento que es posible adquirir se reduce según el porcentaje de dicho aumento de precios. Si el cambio relativo en S es mayor que el cambio relativo en P, la diferencia es un incremento en el poder de compra de S. Pero al contrario, si el cambio relativo en S es inferior al cambio relativo en P, hay una disminución en el poder de compra de S. Se otorgó un incremento relativo de la jubilación mínima de 11,69 % a partir de marzo próximo. Y el incremento relativo de P (el real, no el del Indec) es no menor al 20%. Calcule usted y conteste: ¿la jubilación subió o bajó?
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.