La rentabilidad de los bancos comenzó a mostrar signos de agotamiento. La estrategia conservadora de las entidades, basada en mantener altos niveles de liquidez, no volcar esos fondos en créditos de largo plazo y elevar sus tasas de interés, no impidió que sean alcanzados por los efectos de la crisis. El impacto llegó por el lado de la calidad de sus carteras, a través de una elevada exposición en préstamos al consumo. La morosidad en los pagos para el conjunto de las familias se incrementó un 40 por ciento en los últimos meses erosionando de esta manera los resultados operativos del sistema financiero. También se evidenció en ese período una desaceleración en los niveles de intermediación financiera, de acuerdo con informes oficiales y privados. Hasta el año pasado el sector bancario era uno de los de mayor rentabilidad de la actividad económica.

Para los bancos no es negocio ahora privilegiar los préstamos personales por sobre los productivos. “En los últimos meses se observa cierta materialización del riesgo de crédito del sector privado enfrentado por los bancos”, reconoce el último informe del Banco Central. Las entidades detallaron que la calidad de las financiaciones al sector privado se viene deteriorando desde octubre del año pasado. Los créditos otorgados a las familias, especialmente aquellos destinados al consumo, impulsaron el incremento de la irregularidad en estos últimos meses. La morosidad de los hogares es de 5,1 por ciento, mientras que la del sector corporativo 2,4 por ciento. Esto implica que las entidades deben enfrentar mayores egresos por gastos administrativos y cargos por incobrabilidad.

De todos modos el sistema sigue teniendo una elevada cobertura para las financiaciones irregulares. Los préstamos a empresas subieron 1,5 por ciento el mes pasado, mientras que los destinados a las familias avanzaron 0,3 por ciento, según el último relevamiento de Cefid-AR. De todos modos esa reversión se explica en buena medida por los fondos direccionados que colocó la Anses en las entidades. Los créditos con garantía hipotecaria se retrajeron un 0,2 por ciento, lugar que intenta ocupar el Banco Hipotecario con los planes oficiales.

Los depósitos en tanto volvieron a mostrar una suba del 0,4 por ciento en mayo contra abril, aunque cayeron 0,2 por ciento con respecto a un año atrás. En este punto el Central advierte sobre el descalce en las entidades de moneda extranjera. “En términos del patrimonio neto se verifica una leve suba del descalce, si bien los niveles actuales resultan significativamente inferiores a los de fines de 2004”, señala la autoridad monetaria que dirige Martín Redrado. En el último año los bancos pasaron de destinar el 70 por ciento de las colocaciones en dólares en financiamiento al sector exportador a un 50 por ciento. Así, mientras los depósitos en dólares crecieron en un 41 por ciento los préstamos en esa moneda sólo avanzaron un 7 por ciento, revela un informe privado.

No obstante, los indicadores de solvencia de los bancos se mantienen en niveles elevados. “El capital regulatorio del sistema financiero continúa creciendo a un ritmo mayor que los activos de riesgo”, señala el Informe sobre Bancos del BC. Las entidades privadas señalaron que sus niveles de solvencia se encuentran aún por encima de las exigencias locales y de las recomendaciones mínimas internacionales. Sin embargo, lejos de ser una buena señal demuestra la resistencia a prestar y, en cambio, refleja la estrategia de seguir engrosando su colchón de reservas.