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La industria química es principalmente una proveedora de insumos. Para múltiples manufacturas determina una porción de sus costos. En los últimos años, la productividad de la rama química alcanzó un importante aumento y las proyecciones muestran que continuará creciendo. Eso implica que la química ocupará un rol clave, colaborando con la competitividad de muchos sectores. El fuerte incremento de las importaciones, en su mayoría productos básicos que luego reciben valor agregado en el país, fue explicado por el crecimiento del mercado interno. El sector apunta a fortalecer el comercio regional para expandir aún más las exportaciones y así reducir-equilibrar los resultados deficitarios del intercambio.

Los productos químicos de uso industrial son las fibras sintéticas, los químicos básicos, las especialidades químicas, los fertilizantes y agroquímicos. Funcionan como materias primas o insumos de muchos sectores (textiles, plásticos, agropecuarios). Por este motivo representan una parte significativa de los costos del entramado fabril argentino. “Para los próximos años se proyectan inversiones en el sector por 30.000 millones de dólares, lo que incrementará su productividad y a su vez aumentará la competitividad de la industria en su conjunto”, explicó a Cash uno de los principales referentes de la industria química. Dijo que para que esas inversiones se realicen es necesario asegurar el abastecimiento interno del gas. Es la clave porque le facilita al sector que una de sus principales materias primas sea barata y le garantiza a su vez el funcionamiento normal de la capacidad instalada de sus plantas. Por eso genera muchas expectativas en el complejo químico la nueva situación de YPF.

El otro subsector de la industria química produce para los consumidores finales (jabones, pinturas, cosméticos, fármacos). En los últimos años el crecimiento de este rubro fue inducido por la demanda interna.

Desde el 2002 el complejo químico (insumos para la industria y productos finales) registró fuertes incrementos en la mayoría de sus indicadores: la facturación, la masa de ganancias, la rentabilidad. En este período, la producción de la rama alcanzó a duplicarse. Las inversiones también aumentaron. El segmento de pequeñas y medianas empresas alcanzó una importante recuperación, marcando una diferencia en relación con la concentración –y el cierre de establecimientos de menor escala– de los noventa. El mercado laboral también avanzó en los últimos nueve años. El empleo formal subió en torno del 35 por ciento, superando los 100.000 puestos de trabajo. Y los salarios aumentaron alrededor del 400 por ciento.

En 2002-2011 las ventas al exterior se triplicaron, superando los 6000 millones de dólares. La salida de la convertibilidad marcó un impulso inicial que luego se consolidó con los reiterados aumentos de productividad en el sector. Por el otro lado, las importaciones aumentaron hasta los 10.000 millones de dólares (en los noventa las importaciones eran la mitad), explicadas por el proceso de recuperación y crecimiento de la industria nacional. El resultado de este comercio representa en la actualidad la cuarta parte del déficit comercial de la actividad manufacturera nacional. El gerente de relaciones institucionales de la Cámara Argentina de Productos Químicos, Martín Picon, afirmó a Cash que “la balanza comercial de la industria química no expresa la realidad del sector: las importaciones que aumentaron por el crecimiento del mercado interno (dada la expansión industrial) son más que nada productos básicos a los que se les agrega valor en el país”. Por lo tanto, para recortar el déficit de la rama no es prioritario reducir las importaciones sino expandir las exportaciones. La principal estrategia es fortalecer el comercio regional. Brasil es el núcleo de las ventas y un mercado de fuerte potencial para los exportadores locales. Las autoridades nacionales están negociando para que los productos asiáticos que llegan a Brasil sean reemplazados por los productos argentinos. Por otra parte, Picon destacó que “en el caso de las importaciones nacionales el 85 por ciento de las nuevas licencias no automáticas que funcionan desde febrero fueron aprobadas en tiempo y forma”