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Por Ana Lia Milanesio

Tras dos años de intensas negociaciones, los trabajadores de Pauny –ex Zanello– se preparan para enfrentar el proceso final de la quiebra. En diciembre de 2002 lograron la continuidad de la empresa cuando el Banco de la Provincia de Córdoba –principal acreedor– les cedió el privilegio por los derechos sobre el inmueble. A cambio, abonaron 6.425.000 pesos, en un plan que contempló la entrega inmediata de 1 millón y 60 cuotas mensuales de 170.000 pesos. Este mes es clave para los trabajadores cordobeses de la fábrica de tractores que, bajo un modelo de cogestión, recuperaron la fuente laboral de 250 obreros y ahora se preparan para la adquisición definitiva de la compañía.
La incorporación del inmueble es una ventaja sobre una futura oferta en la liquidación de la quiebra. Sin embargo, “los intentos por desguazar la empresa mediante ofertas por debajo del valor real han sido una constante en los últimos meses”, relató a Cash Mario Gastaldi, el presidente de Pauny. “La fábrica es formadora de precio en el mercado de tractores de alta potencia y, si desaparecemos, la plaza quedará en manos de las filiales de las multinacionales”.
En el primer año tras la quiebra de Zanello, la nueva sociedad anónima facturó 25 millones de pesos anuales y hoy supera los 60 millones con una producción estimada de 500 unidades para este año. A esto se suma el desarrollo y la inversión en tecnología que exhibirán durante la Feria de la Rural. “Presentaremos el prototipo del primer tractor en el mundo impulsado a gas licuado de petróleo (GLP) –explicó Gastaldi–, en un proyecto conjunto desarrollado con los fabricantes de los motores canadienses.”
Pauny está integrada por una cooperativa de trabajo, una red de concesionarios y ex personal jerárquico donde cada parte detenta el 33 por ciento del capital; y el 1 por ciento restante, en manos de la municipalidad. Con esta iniciativa no sólo se recuperó la totalidad del mercado interno sino que además superó en un 20 por ciento la participación histórica de Zanello en la plaza “ayudados por la devaluación y la caída de las importaciones”, apuntó Gastaldi.
La compañía se especializa en la fabricación de tractores de alta potencia y en ese segmento la participación alcanza al 85 por ciento del mercado local. Cuando Eduardo Duhalde era presidente, en noviembre del año pasado visitó la planta instalada en la ciudad cordobesa Las Varillas. En esa oportunidad los trabajadores le trasladaron la necesidad de promover una ley de compre nacional. También aspiran a que en la futura oferta por la compra definitiva de la empresa, el juzgado contemple a los trabajadores el mérito de “tener una planta fabril produciendo a pleno con 250 puestos de trabajo”, indicó Gastaldi.