Bancos privados buscaron esta semana sumarse a la ola de sentencias judiciales contrarias al actual gobierno nacional y presentaron una apelación para suspender una medida del Banco Central que establece una reducción de la exposición de las entidades financieras en moneda extranjera. Las entidades financieras reclaman que la resolución los expone patrimonialmente frente cambios en el precio del dólar. En realidad, los bancos no quieren perder la fiesta cuando la nueva administración lleve a cabo la devaluación más anunciada de la historia. Un salto del 22 por ciento en enero de 2014 les redituó entonces una ganancia de 15.000 millones de pesos por cambios en la cotización, a lo que se sumó otro 10.000 millones que ganaron los que se posicionaron en contratos a futuro.

La medida dispuesta el sábado pasado por el organismo monetario establece que la posición global neta en moneda extranjera por encima de sus pasivos en la misma denominación pasará del actual 20 por ciento al 15 por ciento a partir del 30 de noviembre y al 10 por ciento para el 9 de diciembre próximo. Esta resolución no afecta a los depósitos y no habrá un descalce en su posición en dólares ante variaciones en el tipo de cambio, ya que se permite un 10 por ciento por encima de la cobertura. El objetivo esta puesto en los títulos públicos en dólares. Una medida similar la había aplicado la Superintendencia de Seguros de la Nación, pero también la frenó la Justicia.

En esa seguidilla de fallos judiciales que desandan el camino de una mayor regulación estatal en el mercado financiero, las cámaras que aglutinan bancos privados comenzaron a analizar la manera de suspender la medida, al menos, hasta que asuma el próximo gobierno. La única iniciativa que prosperó fue la de Asociación de Bancos Argentinos de capital nacional (Adeba), integrada por Macro, Supervielle, Mariva, CMF y Patagonia, entre otros; muchos investigados por operar en el mercado paralelo de divisas. En esa cámara empresaria participa también el Banco de la Ciudad. La presentación de Adeba en Tribunales hace referencia a supuestos riesgos en la situación patrimonial de las entidades.

Es una cuenta más al rosario de quejas de los banqueros, adversos a la regulación estatal. Sin embargo, pese a sus lamentos, por ejemplo, por los topes al cobro de servicios (comisiones y tasas de interés), el piso a los rendimientos para los plazos fijos y los préstamos subsidiados para la inversión, los balances informados por los bancos en el tercer trimestre –previo a las elecciones presidenciales generales– registran ganancias que superan ampliamente esos eventuales menores ingresos. Son el sector más beneficiado por la política de consumo interno del gobierno nacional, liderando el ranking de segmentos que más ganaron en los últimos doce años.

De acuerdo con el último informe del sector que difundió esta semana la autoridad monetaria, los bancos privados acumularon en los últimos doce meses (de septiembre de 2014 a septiembre de 2015) una ganancia de 28.710 millones de pesos. El margen bruto estuvo compuesto por ingresos por 33.283 millones de pesos por tenencia de títulos valores, 41.114 millones por resultado de servicios y de 55.391 millones por intereses. En un contexto de estabilidad del tipo de cambio, acumularon una renta de 3818 millones de pesos por diferencia de cotización distribuidos uniformemente en este período.

En los balances informados a la Bolsa también se evidencia esa mejora constante en los resultados. En el caso del tercer trimestre respondió al aumento en la valuación de los bonos en cartera. El Banco Francés obtuvo por sus bonos 100 millones de pesos en ese período, casi el doble que el segundo trimestre. El Galicia ganó 75 millones de pesos y el Macro recibió 448 millones de pesos por sus títulos públicos y privados en cartera. La devaluación, en caso de rondar el 40 o 50 por ciento como se prevé con el próximo gobierno, redituará a los bancos abultadas ganancias y las presentaciones judiciales buscan preservar los resultados de estos grupos concentrados.

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