FINANZAS › EL BANCO CENTRAL HA DIVERSIFICADO LA CARTERA DE LAS RESERVAS
Saltar del dólar al Euro
El ex titular del BC, Alfonso Prat Gay, inició una oportuna estrategia de ampliar la canasta de activos de las reservas. Incorporó oro, euro y otras monedas. Ahora, se cosechan ganancias.
Por Claudio Zlotnik
La estrategia del Banco Central rindió frutos. Desde comienzos de año, la autoridad monetaria vino diversificando su portafolio de inversiones: ya no sólo acumuló dólares sino que se aprovechó el ingreso de divisas para adquirir euros, yenes, libras esterlinas y oro. Esto le permitió optimizar los resultados, en vista de la fuerte revaluación de esas monedas en relación con el dólar y el valor histórico del oro.
Fue Alfonso Prat Gay quien, a comienzos de año, cambió la actitud del BCRA en el mercado. Desde enero empezó a recomponer las reservas de oro que habían sido vendidas casi en su totalidad durante la década menemista. Entre enero y junio se adquirió 42 toneladas de oro a un precio promedio de 390 dólares la onza. Desde mitad de año se compró otras 13 toneladas a un promedio de 420 dólares la onza. Como el valor de la onza subió a 455 dólares, la operación reportó, hasta aquí, una ganancia aproximada de 101 millones de dólares. En la actualidad, el Central posee reservas en oro por el equivalente a 700 millones de dólares.
También fue un acierto acrecentar la tenencia de euros y de otras monedas que se vienen fortaleciendo frente al billete verde. Según dijo Martín Redrado en su última presentación en el Congreso, aproximadamente el 30 por ciento de las reservas está constituido en euros, yenes y libras esterlinas. Esto significa que la participación de estas divisas se duplicó a lo largo del año.
Las decisiones de la mesa de operaciones del Central no se limitan a diversificar la cartera cuando hace compras en el mercado sino que también presta atención a las cotizaciones al momento de cumplir con un vencimiento de la deuda con los organismos. El último pago al Fondo Monetario de 145 millones de dólares, por ejemplo, se efectuó por su equivalente en euros para aprovechar el valor record de esa moneda en relación con la estadounidense. Como las principales compras de euros se realizaron en la primera parte del año, el Central pagó un promedio de 1,20/1,22 dólar por euro y ahora ya está en 1,34.
La estrategia del Central se adelantó a lo que ahora ocurre a nivel internacional. Algunos bancos de inversión ya hablan de una corrida en contra del dólar, que se da en los principales mercados financieros, para explicar la acelerada debilidad de la moneda estadounidense.
En este contexto, los expertos se juegan a un dólar todavía más bajo. Más allá de los altibajos que la cotización pueda tener en el corto plazo, el analista José Siaba Serrate no descarta que el euro trepe a 1,50 dólar. Recién entonces se ubicaría en los valores históricos máximos, si se compara la moneda estadounidense ya no con el “flamante” euro sino con una canasta de monedas de la actual Unión.
Hasta ahora, la depreciación del dólar (nada menos que del 40 por ciento en dos años), producto del fuerte desequilibrio de las cuentas en Estados Unidos, no se reflejó en una mayor inflación en ese país. Tampoco se notó una presión europea para cambiar esa dinámica del mercado. Pero en la city están convencidos de que, tarde o temprano, cambiará ese panorama. El propio Redrado anticipó que el escenario más probable es el de una aceleración en el proceso de suba de la tasa de interés internacional, que fortalecerá el dólar. Una mala noticia para la economía argentina. Aunque, por los dichos del jefe del BC, pareciera que el Central intentará seguir sacando buen rendimiento de la situación internacional.