El euro alcanzó esta semana su mayor cotización en la plaza local, luego de ubicarse el miércoles último en 6,16 pesos. En lo que va del año la moneda comunitaria acumula un alza de 16,7 por ciento. Su desempeño está vinculado con los signos de debilidad que manifiesta el dólar a nivel internacional, ante la dificultad que muestra la economía estadounidense de reducir su déficit presupuestario. Sin embargo, desde el Ministerio de Economía advierten que el mayor riesgo que hoy enfrenta el mundo es una fuerte recaída de algunos países de la Eurozona, debido a las restricciones que impone la moneda única para que puedan devaluar y salir de la recesión. Pese a ese movimiento ascendente en el precio del euro, la demanda doméstica sobre esa divisa no registró variaciones.

Por primera vez desde 1994, el dólar acumula un trimestre consecutivo de caída frente a una canasta de monedas. El euro es el caso más destacado, al cotizar a casi 1,50 dólares. Más que un logro de la comunidad europea es un castigo a la economía estadounidense. De todos modos, el euro todavía se encuentra lejos del techo de 1,60 dólares que marcó en el peor momento del vendaval financiero en 2008, cuando se anunció la bancarrota de Lehman Brothers.

En la plaza local, el euro, a diferencia del dólar, mantiene los patrones internacionales, a pesar de que bancos y agencias del microcentro redondean las diferencias a su favor para cubrirse por la alta volatilidad que muestra esa divisa con una demanda acotada. En lo que va de 2011 lleva ganados 88 centavos. El dólar, en cambio, se mantuvo estable, con leves ajustes de un centavo semanales, a pesar de su desplome internacional. “Lo que vemos es una sobrerreacción del euro, que se explica por la poca fluidez; por eso sus movimientos son tan agresivos”, señaló a Cash el portfolio manager de Puente, Diego Martínez Burzaco. El analista aseguró que la tendencia se mantendrá en el corto plazo, no obstante aclaró que “no hay evidencias de fortalezas en la economía europea que justifiquen mayores subas”.

El movimiento externo del euro no se tradujo en un cambio de actitud por parte de los ahorristas. “No se desprendieron de los euros, y tampoco creció la demanda”, señaló a este suplemento Alfredo Piano, titular del banco que lleva su apellido. Los especialistas consultados coinciden en que la especulación con divisas, sea el euro o el dólar, es riesgosa y en los últimos años no logró imponerse frente a otras alternativas financieras. “Yo tengo todo mi dinero en pesos, a plazo fijo. Es imposible obtener un rendimiento como el que ofrece un plazo fijo”, reconoció Piano

La baja en la perspectiva de la deuda estadounidense repercutió muy poco en la demanda de bonos del Tesoro estadounidense, pero sí logró sumar un elemento de presión sobre la cotización del dólar. “La reacción natural sería que los capitales salgan de los Estados Unidos, pero el mercado dice otra cosa. Los inversores no ven un riesgo en el corto plazo, y en cierta medida es razonable”, explicaron desde el Palacio de Hacienda. La perspectiva en ese sentido es una crisis de envergadura en Europa. “Le tenemos más confianza a la recuperación de Estados Unidos, a pesar de los monumental de su deuda y déficit, que a Europa. La economía norteamericana al menos muestra signos de crecimiento”, agregan.

El principal obstáculo que tienen algunos países del Viejo Continente es la rigidez del euro. “Es un buen instrumento para países como Francia y Alemania, pero una pésima idea para Lituania y Hungría”, estimó la fuente de Economía. “La Argentina reestructuró su deuda, pero llevó a cabo una devaluación de 140 por ciento de su moneda”, recuerda. En ese contexto, evalúan que, tal vez, el euro ya llegó a su techo

[email protected]