El régimen de administración y control a la compra de moneda extranjera logró su objetivo al detener la salida de capitales. La formación de activos externos del sector privado no financiero el año pasado fue de 3404 millones de dólares, un 82 por ciento por debajo de los 21.504 millones de 2011, según el último balance cambiario del Banco Central. La tendencia se intensificó en la segunda parte del año, luego de que la autoridad monetaria prohibiera la compra de divisas para atesoramiento. En contraposición, creció más de 50 por ciento la salida de divisas por servicios de viaje y turismo, rubro que antes se anotaba en la cuenta atesoramiento.

A partir del último trimestre de 2011, el Gobierno implementó una serie de medidas tendientes a asegurar el proceso de acumulación de reservas. El endurecimientos en los controles fue paulatino. En la primera parte de 2012, con los parámetros de la AFIP para validar las operaciones, la fuga se estabilizó entre 1600 y 1900 millones de dólares. En julio, el Banco Central suspendió la venta de divisas con fines de atesoramiento, y la formación de activos externos del sector privado se ubicó en sólo 6 millones en el tercer trimestre del año y en 163 millones en el cuarto.

En el renglón de servicios se registró un fuerte aumento en la demanda de divisas para turismo, viaje y pasajes. El informe del Central señala que el aumento en este rubro responde en cierta medida a que, debido al nuevo marco normativo para la venta de divisas, una parte de la adquisición de billetes en moneda extranjera antes se canalizaba como “compras de libre disponibilidad sin distinguir uso final”. También impactó la tendencia a una mayor utilización de tarjetas de crédito y débito para la cobertura de gastos. Esto queda en evidencia en el aumento en la participación del rubro turismos y viajes en los egresos brutos por servicios, en donde pasó de representar el 37 por ciento en 2011 a un 53 por ciento el año pasado, según el informe de operaciones de cambios del Central.

Sin embargo, la suba no sólo fue en términos cualitativos, sino que creció en términos absolutos. Según los cuadros del balance cambiario para el ejercicio 2011-2012, los egresos brutos por “Turismo y viajes y Pasajes” representaron en 2011 unos 4747,4 millones de dólares –el 37 por ciento de 12.831 millones totales–, mientras que el año pasado fue de 7358,5 –53 por ciento de 13.884 millones–, lo que equivale a un incremento del 55 por ciento en la venta por este canal. Este crecimiento es 4,5 veces el aumento de la afluencia de turismo –según la Encuesta de Turismo Internacional difundida por el Indec–, que creció un 12,8 por ciento en términos interanuales.

Es posible que la diferencia se hubiese canalizado como compra de divisas sin destino. No obstante, el mismo informe del Indec señala que los 2,43 millones de personas que viajaron al exterior gastaron 3185 millones de dólares. El mes pasado desde la AFIP señalaron que 331.875 personas que realizaron operaciones de compra de moneda extranjera –desde julio a diciembre– para salir al exterior, el 4 por ciento (13.943 contribuyentes) no lo utilizó, por lo que el organismo habría iniciado una “investigación exhaustiva”. La baja participación de operaciones respecto de turistas que salieron el país evidencia también el alto nivel de rechazos de sistema de validación de la AFIP.

Con el turismo receptivo no sucedió lo mismo. La participación del rubro de ingresos brutos por servicios pasó de 31 por ciento en 2011 (de 3632,2 millones de dólares) a 26 por ciento del año pasado (2615,3 millones), que equivale a una disminución interanual del 28 por ciento. La cantidad de turistas extranjeros que arribaron al país fue de 2,57 millones el año pasado, contra 2,69 millones en 2011. La caída en este ingreso se explica también por el hecho de que muchos turistas son tentados a vender sus dólares en el segmento informal

[email protected]