AGRO › IMPACTO DE LA “FIEBRE AVIAR” EN LA PRODUCCIóN LOCAL
Plumas de exportadores
Por Susana Díaz
Las enfermedades animales que se transmiten a los humanos amenazan con trastrocar los mercados internacionales. Además de la “vaca loca”, en los últimos meses la preocupación de la OMS y la FAO se ha extendido a la fiebre aviar o de los pollos. Aunque se trata de un subtipo del virus de la gripe, denominado H5N1, el contagio no es interpersonal. En todos los casos registrados el origen fue el consumo de carnes de pollo infectadas y, en contadas oportunidades, también de cerdos y patos.
A diferencia de la tradicional influenza, las cepas de este virus, al que la especie humana no ha estado expuesta, atacan con singular virulencia, afectando las vías respiratorias y provocando una mortalidad elevada. En Asia los muertos ya suman 22 y los especialistas se muestran preocupados por la “capacidad de propagación sin precedentes” del virus. Por ahora, los países más afectados son Camboya, China, Indonesia, Japón, Corea, Laos, Tailandia y Vietnam, aunque recientemente también se presentó un brote en Estados Unidos. Para mantener la epidemia bajo control ya se han sacrificado alrededor de 100 millones de aves. La tragedia, sin embargo, no altera el peso implacable de las leyes del mercado. La reducción del stock por los sacrificios, más los temores por la bioseguridad de la carne consumida dispararon el precio internacional del pollo. En el mercado mayorista de Tokio, esta semana su valor por kilo llegó a los 3,60 dólares (380 yenes), precio que al menos triplica el pagado en Buenos Aires. Las misiones comerciales de productores argentinos no se hicieron esperar, promovidas por la Secretaría de Agricultura ya están en Asia.
Llevada casi a su extinción durante la convertibilidad y en franca recuperación tras la recomposición de los precios relativos post devaluación, la producción avícola local podría experimentar ahora un verdadero boom exportador. Podría afirmarse que el contexto externo sigue brindando buenas noticias para el sector agropecuario. Las mayores exportaciones no beneficiarían sólo a la Argentina sino también a Brasil, un tradicional competidor de los productores locales. En ese caso, podría existir una mayor demanda para las exportaciones de maíz argentino.
No obstante, las buenas nuevas para los exportadores, que verán potenciados sus ingresos, no serán necesariamente un buen dato para los consumidores locales. Las mercancías de exportación no suelen desdoblar sus precios. Mayores precios internacionales para la carne aviar serán también mayores precios internos y un nuevo golpe al poder adquisitivo de la población.