AGRO
Plaga que cierra mercados
Menos exportaciones de manzana y peras por la carpocapsa
Por Susana Díaz
Luego del virtual cierre de Brasil, la Argentina podría continuar perdiendo mercados de exportación para las frutas de pepita, peras y manzanas, una nota discordante en un sector que, como el agropecuario, no cesa de producir buenas noticias. Aunque las cifras no son muy conocidas, alrededor de 400 millones de dólares anuales de ventas al exterior de este subsector frutícola se equiparan con otras exportaciones tradicionales de la Argentina, como por ejemplo las carnes rojas.
Las causas de las pérdidas de mercados no se deben a problemas intrínsecos o de competitividad de las peras y manzanas locales sino al ineficiente manejo sanitario que no ha logrado erradicar la carpocapsa, una plaga que afecta desde siempre al monte frutal. La extensión del flagelo puede ser detectada a simple vista incluso por el consumidor porteño, pues la afección se manifiesta como pequeñas manchitas negras en la cáscara de la fruta. Aunque su ingesta es inocua, afecta la calidad del producto y, sobre todo, limita su exportación. Las cámaras de productores estiman que la carpocapsa inflige pérdidas de entre 30 y 40 millones de dólares anuales.
Las dificultades en el mantenimiento de los mercados actuales debido al ineficiente manejo sanitario, fueron parte de las conclusiones de un reciente encuentro de los principales representantes del sector frutícola con motivo de la “XXXIII Fiesta Nacional de la Manzana”, que se realiza anualmente en General Roca, Río Negro. Roberto Garrido, titular de CAFI, la cámara que agrupa a los empacadores y exportadores, agregó allí otros problemas, ya no para el mantenimiento sino para la apertura de nuevos mercados, entre ellos, la escasa oferta varietal. “La composición de nuestra oferta de variedades nuevas y colores escasamente es hoy del 16 por ciento de nuestra producción total, cuando en Chile es del 80 por ciento y en Brasil del 90 por ciento”, comparó.
Otro problema tradicional tratado en el encuentro fue la dificultad para ingresar al mercado brasileño. “Brasil tiene el status de libre de carpocapsa, algo que a nosotros nos va a llevar mucho tiempo conseguir. Además tienen una fuerte producción local”, señaló Garrido. “Los brasileños son hábiles para negociar internacionalmente, al menos más que nosotros, y ahora nos están imponiendo un protocolo de calidad que es directamente incumplible; si esto no se logra, definitivamente termina la exportación a Brasil”, completó. ¿Hablaba sólo de fruticultura?