AGRO › PERSPECTIVAS DE LA PRODUCCIóN DE OVINOS
Negocio con mucho abrigo
Por Susana Díaz
Existen dos datos que describen tanto la potencialidad económica de la producción de ovinos en la Patagonia como los efectos negativos que sobre las economías regionales pueden provocar señales de mercado adversas. Sobre la potencialidad, un modelo de simulación económica de sistemas ganaderos desarrollado recientemente por técnicos del INTA analizó el impacto de las fluctuaciones del dólar en la producción ovina de carne y lana de la estepa de Santa Cruz. La evaluación consideró tres escenarios diferentes: con dólar fijo a 1,40 peso sin retenciones a las exportaciones, con un dólar libre a 2 pesos, pero con restricciones sanitarias que evitaban cualquier exportación y con un dólar libre también a 2 pesos, pero con exportaciones libres y retenciones del 10 por ciento.
El resultado de la simulación fue un incremento significativo de los ingresos por ventas de lana y de carne en las tres situaciones planteadas. Pero dado que el trabajo comparaba con las condiciones existentes durante la convertibilidad, más que el resultado global importa la comparación entre los escenarios. La mejor rentabilidad se obtenía en el tercer caso: sin restricciones a la exportación y con retenciones. Aquí, la rentabilidad neta fue del 6 por ciento. Se supone que un dólar a más de 3 pesos mejoró significativamente este resultado.
Sobre los efectos negativos de señales de mercado adversas basta un ejemplo. En los últimos diez años, los establecimientos dedicados a la ganadería ovina en Patagonia se redujeron a la mitad. En consecuencia, el stock lanero regional se redujo en la misma proporción. Muchas localidades patagónicas vieron frenada su economía y la industria de la carne ovina se paralizó.
Pero en 2002 las cosas cambiaron. Aunque la mejora del tipo de cambio fue clave en la recuperación de una actividad cuya rentabilidad había desaparecido, las nuevas posibilidades de beneficios incentivaron también mejoras de calidad. La tendencia mundial al uso de prendas más livianas y suaves incrementó los precios de las lanas más finas. En cuanto a la carne, los ganaderos comenzaron a ampliar la oferta de cortes fuera de la región y a exportar a los principales países europeos.