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¿Usted compraría el Banco Mundial por 30 centavos de dólar? A ese tentador precio base ha sido puesto en venta en eBay, que es para Estados Unidos lo que mercadolibre.com.ar es, salvando las proporciones, para la Argentina. Como vendedor aparece un tal G6b, que no es otra cosa que la población del orbe: seis mil millones de personas. El objetivo es que alguien lo compre para arrumbarlo en el desván, juntando polvo, porque así hará menos daño.
Con esta cachada, el grupo World Bank Bonds Boycott, que como su nombre indica propicia boicotear los títulos que emite la entidad multilateral para captar fondos en los mercados, quiso llamar la atención hacia su campaña. La organización, de tendencia izquierdista, posee sitio propio en la red y colocó un aviso en eBay ofreciendo en venta el BM a los mencionados 30 céntimos porque es ése “el salario horario mínimo que los trabajadores haitianos reciben bajo el programa de ajuste estructural prescripto por el Banco Mundial”.
Mientras eBay anulaba el seudo remate, la verdadera apuesta del WBBB apuntaba y apunta a lograr que los inversores institucionales desechen los bonos que ofrece la institución internacional, repitiendo campañas como la que en su momento acosó al régimen racista sudafricano. Como razón para la embestida antimundialista, el WBBB cita los 60 años de políticas fracasadas y de financiar proyectos que lesionan los derechos humanos y el medio ambiente.
En este sentido, la entidad que preside James Wolfensohn es puesta en venta como un viejo armatoste que no funciona. Sin embargo, y como declaró a Página/12 Guillermo Perry, el economista jefe regional del organismo, sus tecnócratas consideran que la institución plantea políticas de izquierda, al menos en el sentido que podría suscribir un gobierno socialdemócrata. Sienten, por ende, que las críticas son injustas, o que en todo caso no toman en cuenta la nueva tendencia casi revolucionaria –¿será para tanto?– que imprimió Wolfensohn.