La fiebre del oro no para. El precio del metal llegó este mes a un máximo histórico. Esta suba está principalmente motorizada por la abundante liquidez internacional de dólares, que se traduce en un alza de la cotización de los metales vía un doble efecto. Primero, porque su precio sigue un comportamiento inverso al del dólar, que se está debilitando. En segundo lugar, la pérdida de rendimiento de los activos financieros ligados al dólar revaloriza otras opciones de inversión como los metales preciosos. Argentina está aprovechando esta coyuntura. Del total presupuestado por las empresas mineras para exploraciones en 2010, la Argentina ocupó el décimo puesto a nivel mundial y el quinto en Latinoamérica, acaparando el 3 por ciento de las inversiones mundiales y el 7 por ciento de las destinadas a América latina.