“Se necesita un Plan Marshall”
¿Es imprescindible abrir el corralito para reactivar la economía?
–Abrir el corralito significaría un grado de emisión muy peligroso. Es difícil saber adónde llegaría el dólar. Habría que licuar casi 30 mil millones de pesos. Podría caer el Gobierno. Y habría una explosión social en reclamo de mejoras salariales.
¿Cómo se sale sin ayuda externa?
–No veo muchas opciones si no llegan dólares del exterior. Para que haya confianza tendría que haber un gobierno elegido por la población, muy popular y muy liberal. La gente tendría que dejar los depósitos en los bancos. Es decir, tendría que confiar. De todas maneras me parece difícil salir de esta situación si no llegan dólares.
¿Cómo se consigue que lleguen esos dólares?
–Creo que puede venir por el lado del Grupo de los Siete (las naciones más poderosas del mundo). Con un gobierno legitimado y políticas promercado. Necesitamos un Plan Marshall, pero no se lo van a dar a Duhalde. Si hay elecciones y gana una alianza de izquierda tampoco lo va a conseguir. Los países que tienen que aportar la plata quieren un gobierno que piense como ellos. El Fondo Monetario sabe que si manda el dinero ahora, esa plata pasa por los bancos y va derecho a Miami. Es decir, va a alimentar la fuga de divisas. Si hay un gobierno confiable, se le podría pedir a los países que tienen bancos en Argentina que garanticen a las filiales locales. La Reserva Federal debería ser el prestamista de última instancia del Citi y el Boston y la banca central española respaldar al Río y el Francés.
Si llega el dinero, ¿qué destino debería tener?
–Hay que posibilitar una extensa ayuda social, porque no se puede dejar a la gente en esta pobreza. Y hay que normalizar la situación del sistema financiero. Si hubiese un gobierno confiable, la gente se llevaría la plata los primeros tiempos, pero después volvería. Yo no tendría problema en que los depositantes se lleven su dinero afuera. Es de ellos.
Y luego, ¿cómo se reactiva la actividad económica?
–Habría que fijar una nueva convertibilidad que le dé certidumbre al proceso económico. Esta vez a una paridad razonable. Y a partir de ahí mantener el equilibrio fiscal a rajatabla.