LOS DIEZ PROTAGONISTAS DEL GAS
Quién gana y quién pierde
1 Petroleras:
Se fortalecen a partir de la decisión oficial que obliga a todos los usuarios
industriales a contratar el gas en boca de pozo, donde el precio está desregulado.
2 Transportistas: Si se confirma la decisión de crear
fideicomisos para financiar la expansión de las redes deberá compartir
con el Estado el manejo de recursos que antes de la crisis controlaba de modo
exclusivo.
3 Distribuidoras: Sus ingresos se verán reducidos cuando
los clientes industriales comiencen a negociar directamente con las petroleras,
aunque podrían actuar como “comercializadoras”.
4 Centrales térmicas: Se les cortará el gas en
invierno por ser un servicio “interrumpible”. Deberán recurrir
a combustibles alternativos como fuel-oil. Amenazan con trasladar la diferencia
de costos a la tarifa eléctrica.
5 Grandes industrias: La mayoría ya firmó contratos
con las petroleras a precio dólar para asegurarse el gas en invierno, pero
si la crisis se profundiza igual podrían verse afectadas por los cortes.
6 Pymes: Están entre las principales perjudicadas porque
el decreto 181 las obliga a negociar mano a mano con las petroleras el precio
del gas.
7 Estaciones de servicio GNC: La decisión del Gobierno
de convertir el servicio en “interrumpible” podría generarles
cortes de gas entre mayo y septiembre, poniendo en riesgo el desarrollo de la
industria.
8 Usuarios residenciales y comercios: Son los sectores que hasta
el momento cuentan con mayor protección. Será muy difícil
que les corten el servicio, pero no se descarta que deban afrontar un aumento
de tarifas.
9 Neuquén: Produce el 47,5 del gas natural del país
y quiere incrementar sus ingresos por regalías. La Legislatura local sancionó
una norma que habilita al gobernador Jorge Sobisch a fijar el precio del gas que
sale de su territorio. La Corte Suprema deberá decidir si le corresponde
esa facultad.
10 Chile: Recibe gas de Argentina desde 1997. Concentra el 80
por ciento de las exportaciones. La mayoría de los contratos asegura la
provisión por veinte años, pero podría revisarse si el abastecimiento
interno no está cubierto.