“En el actual sistema las ART y los trabajadores entablan un juego de suma cero. Cuando las víctimas de accidentes de trabajo reciben mayores beneficios, las ART ven caer sus ganancias y cuando los beneficios se recortan las utilidades de las aseguradoras crecen. Esta contradicción se resuelve la mayoría de las veces a favor de las ART, porque cuentan con mayor poder que los trabajadores y con la complicidad de un Estado que está prácticamente ausente. Las ART son las encargadas de dictaminar qué tipo de cobertura se requiere para cada accidente. En caso de disconformidad, los trabajadores pueden apelar, pero no cuentan con el asesoramiento de un staff de abogados y médicos como tienen las ART. En los hechos se encuentran desamparados frente al recorte de sus derechos.”