“El mercado de los fideicomisos financieros tiene una perspectiva de crecimiento impresionante. Si no fuera por la crisis, el monto administrado sería muy superior. Hay que tomar en cuenta que países como Brasil o México, que empezaron en el negocio bastante después que la Argentina, ya manejan alrededor de 5000 millones de dólares en fideicomisos. El triple que en la Argentina. Los rubros con mayor potencialidad son los constituidos por prendas y los de hipotecas. Con el tiempo, este instrumento financiero será de gran utilidad para el mercado inmobiliario, ya que permitirá incrementar el volumen de crédito. Es lo que ocurre en los Estados Unidos, donde los fideicomisos son clave en la economía. Desde el punto de vista del pequeño y mediano ahorrista, debe estimarse que la inversión empieza a ser provechosa a partir de los 15.000 a 20.000 pesos. A partir de esos montos le sacan una buena diferencia a otras opciones financieras, como los plazos fijos.”
“Todos los países desarrollados cuentan con un mercado de capitales amplio, y la Argentina apunta hacia ese escenario ahora que pasó la crisis. Es muy importante que las empresas puedan fondearse a través de instrumentos como los fideicomisos porque mejoran sus costos e incrementan su acceso a la liquidez. Esa es la tendencia a nivel mundial. En los Estados Unidos, los bancos líderes emiten fideicomisos para captar dinero y prestarlo a 30 años de plazo. La expansión en la Argentina es exponencial, pero también es cierto que las tasas de interés vienen subiendo. La tasa Badlar, que representa al costo de captación de grandes depósitos de los bancos, el año pasado se encontraba en el 3 al 4 por ciento y ahora subió al 9. No obstante, más relevante que el costo sigue siendo la posibilidad que dan los fideicomisos a que empresas, grandes o pymes, puedan financiarse y ampliar sus negocios a través de un instrumento que es muy seguro y flexible.”
“Los fideicomisos se convirtieron en un excelente negocio para los pequeños inversores. Y no de ahora sino desde antes de la crisis. Aquel ahorrista que colocó su dinero en este instrumento lo recuperó a pesar de todo, mientras que quien lo puso en el mejor banco quedó atrapado en el corralito. Creo que esta concepción de mayor seguridad, que se combina con una aceptable rentabilidad, ganará la confianza de los pequeños ahorristas. El rendimiento promedio de los fideicomisos asciende al 11-12 por ciento anual. Sin embargo, cada caso es puntual porque la tasa de interés la determinan los inversores institucionales. Las perspectivas son que la tasa seguirá en aumento. ¿Si es mejor invertir en un fideicomiso dedicado al consumo o uno especializado en el sector agropecuario? Depende del perfil del ahorrista: los de consumo pagan renta todos los meses, mientras que los agrícolas, en su mayoría, repagan al vencimiento, cuando concluye la cosecha.
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