POLEMICA: ¿CUAL ES EL OBJETIVO DE LOS PAQUETES DE RESCATE DEL FMI?
“Salvar a los acreedores”
Por Claudio Katz *
Los préstamos que recibieron Uruguay y Brasil recientemente no indican ningún cambio en la política norteamericana de asfixia de los países latinoamericanos, ni auguran ningún desahogo para la Argentina. Ambos créditos aumentan el endeudamiento externo que sofoca a la economía regional y su otorgamiento efectivo está sujeto a la profundización del ajuste. Como Brasil se encuentra próximo al default, el acuerdo con el FMI sólo auxilia a los acreedores de ese país. Y el precio del convenio es un severo compromiso de reducción de gastos sociales hasta el 2005, que bajo extorsión deben suscribir los candidatos a suceder a Fernando Henrique Cardoso. A Uruguay le concedieron el crédito una vez consumada la vergonzosa votación de las leyes de liquidación de la banca pública y reprogramación forzada de depósitos que exigió el FMI.
¿Estas imposiciones del FMI representan “buenas noticias” para la Argentina? El ministro Lavagna se ha entusiasmado porque interpreta que se aproxima el ansiado acuerdo con el Fondo, como si este convenio augurara algún beneficio para la mayoría de la población. La condición para suscribirlo es el cumplimiento de todas las órdenes que emiten los auditores de Washington: ratificación de las leyes de impunidad a los banqueros y apropiación de empresas por parte de corporaciones extranjeras, ajuste fiscal en las provincias, políticas monetarias recesivas, aumentos de tarifas y la modalidad de confiscación de los ahorristas que dictaminen los “notables”. Como premio mayor de este acuerdo el país obtendría el derecho a negociar con los acreedores privados de la deuda, la forma en que el Estado utiliza el superávit comercial para retomar el pago de una hipoteca, que luego de haberse pagado 25 veces pasó de 8 mil millones de dólares (1976) a 160 mil millones (2001).
La extensión de la crisis al conjunto de Latinoamérica confirma la oportunidad de cesar el pago de la deuda externa y romper relaciones con el FMI. Quienes afirman que esta ruptura con el FMI conduciría al “aislamiento” no parecen registrar que el país soporta desde hace más de un año un corte total del crédito internacional, resultante del desangre económico provocado por el pago de la deuda. ¿Qué autoridad tienen los economistas neoliberales para presagiar mayores desventuras si cesa el pago de esa hipoteca? Ellos son los responsables directos de la catástrofe actual y conviene recordar que pronosticaban el embargo de los bienes nacionales si se desconocía la deuda, el estancamiento de la producción si no se privatizaba y la pérdida del ahorro si no se liberalizaban las finanzas. Sus previsiones, sus políticas y su terror ideológico han dejado al país sin bancos y sin industria.
* Integrante de Economistas de Izquierda (EDI).