ERNESTO FEILBOGEN *

“Una buena señal”

Se suele afirmar que las tarifas constituyen una buena señal para orientar al consumidor a cuidar sus consumos de energía. En la práctica esto se convierte en una condición necesaria pero no suficiente, y debe complementarse con información sobre los beneficios asociados a prácticas para mejorar el desempeño energético. Se debe enfatizar que un uso eficiente no significa sacrificar metas de producción ni calidad en los servicios prestados y se orienta a evitar el derroche. La eficiencia brinda un enfoque totalmente distinto al del ahorro y conservación de la energía. Para instalar estos conceptos se suele recurrir a Programas de Gestión Energética, que brindan medidas técnicas, organizativas y de comportamiento para administrar en forma correcta los recursos energéticos hacia la sustentabilidad en el uso de los mismos. El objetivo primero de la gestión energética es la reducción de los costos energéticos a partir del uso eficiente de los recursos. Esto lleva a una mejora de los consumos específicos y, con ello, a un aumento de la competitividad del sector. El uso racional de la energía significa usar la energía bien; y el uso eficiente, usarla mejor.

* Asesor en Eficiencia Energética, Secretaría de Energía.