¿Era imprescindible que el Estado cargara con los costos de la devaluación?
–Devaluar sin pesificar no se podía. Pero no había por qué querer quedar bien con todos. Cada una de las decisiones que tomaban para ayudar a deudores y acreedores estaba claro que terminaban en nuevos bonos. Cuando el Gobierno tenía a los ahorristas y a los que debían créditos en la calle gritando, tendría que haber salido el ministro en televisión y decirle a la gente la verdad: que para ayudarlos a ellos tenía que perjudicar al resto de la sociedad. Además, en el medio se colaron injusticias, como la pesificación 1 a 1 de los pasivos de los exportadores, que tienen ingresos en dólares. Pero ahora ya está, los nuevos bonos son un dato de la realidad. Es pasado. Hay que ver cómo nos manejamos con lo que tenemos.
Todavía se está generando nueva deuda con el canje de depósitos reprogramados por Boden.
–No, en este caso no se trata de nueva deuda, porque el Estado va a cancelar préstamos públicos en compensación.
Pero esos préstamos estaban pesificados y ahora el Estado vuelve a dolarizar su deuda con el canje.
–En realidad, si los tenedores de esos préstamos reclamaran ante la Justicia, también conseguirían volver a dolarizarlos. La deuda en origen era en dólares.
Pero de esta manera los bancos están cobrando la deuda pública sin quita.
–Esos préstamos tuvieron una extensión de los plazos y una quita de interés. Lo que puede ocurrir es que los acreedores externos reclamen un trato igualitario. O sea no tener quita de capital. Eso se verá en la negociación de la fase 2 del canje de deuda externa.
Luego de la devaluación y del aumento de la deuda por los bonos emitidos durante el 2002, ¿cómo queda la Argentina para la reestructuración de la deuda?
–Por supuesto que el mayor endeudamiento dificulta la negociación. Además, los acreedores externos pueden reclamar que el Estado también realice quitas sobre los nuevos bonos. Creo que en el caso de los Boden a los ahorristas sería injusto, porque esa gente hizo un plazo fijo a 30 días y se lo van a pagar a 10 años y con una tasa muy baja de interés.
¿Con el aumento de deuda, Argentina podrá pagar?
–En este año, el pasivo estatal pasó del 54 al 117 por ciento del PBI. No sólo por las nuevas emisiones. El mayor incremento se debió a la devaluación. Además de conseguir una quita nunca vista en la historia de los default, la posibilidad de poder cumplir va a estar muy condicionada por el nivel del crecimiento económico y por el tipo de cambio real. Si se piensa en el nivel del dólar actual, no se puede pagar. Pero no me imagino que este tipo de cambio perdure en el tiempo.