Según la última Encuesta Nacional a Grandes Empresas que realiza el Indec, 324 de las 500 mayores empresas del país eran extranjeras. Además, éstas eran las más rentables de la cúpula, concentrando el 80 por ciento del valor agregado (las ganancias y los salarios) generado por la misma. Las grandes empresas industriales muestran indicadores similares: el 67 por ciento son extranjeras y concentran el 82 por ciento del valor agregado.

Esto se refleja en el balance de las cuentas externas del país, especialmente en momentos de fuerte expansión de la actividad económica y, por ende, de ganancias empresariales. Las empresas extranjeras han generado utilidades y dividendos por un monto anual promedio de 6400 millones de dólares entre el 2004 y el 2010. Así, las utilidades y dividendos absorbieron aproximadamente el 37 por ciento del abultado saldo comercial del período: el 51 por ciento del 2010, cuando las utilidades y dividendos alcanzaron un pico de 8100 millones de dólares.

De esta manera, la fuerte extranjerización empresarial heredada de los años noventa plantea desafíos al proceso de desarrollo industrial argentino. Especialmente, en términos de la gran relevancia que adquieren la remisión de utilidades y dividendos sobre el saldo de las cuentas externas que históricamente bloquearon el despegue de nuestra economía.

Ello había sido predicho, varias décadas atrás, por Marcelo Diamand al criticar las políticas de atracción de inversiones externas de Frondizi y Onganía como forma de acelerar el proceso de industrialización. Enseñanza que había sido tenida en cuenta al sancionarse la ley de inversiones extranjeras durante el tercer gobierno de Perón. En ella se orientaban las inversiones al fomento de exportaciones o reemplazo de importaciones y se regulaba la remisión de utilidades y dividendos, de forma tal que el ingreso de capitales externos deje un saldo positivo en divisas para el país.

Esa legislación fue anulada por Martínez de Hoz en tiempos de la última dictadura militar, desregulando totalmente las inversiones externas. La ley de la dictadura sigue vigente. Sus consecuencias, también

* Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche.