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La corrida contra el peso llevó a que muchos bancos decidieran elevar las tasas de interés para retener clientes. ¿Cuál fue el mensaje que les dio la presidenta del Banco Central?

–Se consideró una necesidad insoslayable que el sistema financiero sea un instrumento que facilite el crecimiento y no que lo detenga, lo cual con tasas por encima del 20 por ciento no se podía seguir. Fue entonces que participamos en las reuniones con la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, para bajar las tasas activas. Los resultados están a la vista. En ese caso, nosotros hicimos punta para dar el ejemplo, junto con el Nación, y el resto del sistema realmente acompañó de inmediato.

¿Cuál será el rol de la banca pública este año?

–El enfoque estratégico será el mismo, en el sentido de fortalecer al banco como instrumento de acción pública en beneficio de la producción. Desde allí la impronta es profundizar –lo que se viene haciendo hace varios años– la coordinación con todas las áreas del gobierno provincial y nacional. La idea es el Banco Nación y Provincia trabajando juntos por el peso que tienen en el sistema financiero y por la llegada que tenemos a todo el territorio.

Marcó del Pont aseguró que el crédito hipotecario es un tema a tratar este año.

–En el ámbito hipotecario tenemos dos ofertas, y el año pasado prestamos alrededor de 900 millones de pesos. Una línea está localizada en la Capital y el conurbano bonaerense, bajo las condiciones normales de mercado. Otra es la que llamamos 101 y está orientada a los 101 municipios del interior de la provincia. Tiene una tasa subsidiada por el gobierno provincial que lleva su costo a la mitad, al 9 por ciento, para préstamos de hasta 50.000 dólares. La facilidad responde a una política de descentralizar la provincia. El 70 por ciento de la población de la provincia vive en el 2 por ciento del territorio