Leonel Goldstein y Mariana viven en el centro de Salta, en un departamento que alquilan hace cuatro años. Leonel es músico y da clases de teclado en el conservatorio de la Provincia. Mariana es médica y ejerce en el Hospital Materno Infantil y en el Hospital Santa Clara, en el servicio de atención pediátrica. Tienen un bebé que va a cumplir ocho meses.

Hace un tiempo, los padres de Mariana les cedieron una parte del terreno donde viven, en Camino San Agustín, una zona periurbana cerca de la ciudad, para que construyan su casa en el fondo. “Arrancamos a principios de 2012 con algo de ahorros y llegamos a un diez por ciento de la obra, pero nos dimos cuenta de que necesitábamos sacar un crédito para continuar. Nos enteramos del Pro.Cre.Ar y lo discutimos bastante entre nosotros, porque yo no quería endeudarme, y mucho menos con un banco, pero la verdad es que no hay oportunidades así, con esos plazos y tasas”, cuenta Leonel.

En el segundo sorteo, en agosto, fueron seleccionados y comenzaron a recolectar la información que les solicitaron, como las características del terreno y del proyecto edilicio. Mariana, en el medio, debió recategorizarse en el monotributo. Después de varios encuentros en la sucursal del Banco Hipotecario de Salta, a fines de año, les aprobaron el crédito, aunque firmaron la hipoteca sobre el terreno recién en marzo porque les faltaban unos planos de la municipalidad. “El banco estaba interesado en darnos el crédito, tal vez en vistas a ampliar la cartera de clientes. Nos sentimos incentivados”, le llamó la atención a Leonel.

Como ellos habían comenzado a construir, ya tenían armado el contacto con un grupo de albañiles, corralones y fletes, así que el primer desembolso que recibieron les permitió rápidamente continuar con la casa, superaron el 25 por ciento de la obra y terminaron la estructura básica. Ahora, el tasador del banco debe certificar el avance hecho, así reciben el segundo desembolso, que está algo demorado por los tiempos de la Municipalidad para aprobar los planos eléctricos.

El plazo de gracia del crédito les permite comenzar a pagar cuando estén mudados, por lo que con el dinero que destinan al alquiler pagarán la casa propia, que tendrá unos 80 metros cuadrados. “El gasto va a ser parecido, son unos 2500 pesos por mes. Entre alquiler, expensas y otros gastos, es lo que estamos pagando ahora”, dice Leonel