La facturación por la venta de productos de consumo masivo en autoservicios ascendió hasta 153 mil millones de pesos el año pasado, cuando en 2002 era de 28 mil millones de pesos. Rubros de alimentos y bebidas representaron 66,7 por ciento de las ventas, mientras que artículos de limpieza y perfumería alcanzaron 14,5 por ciento. Los hipermercados y grandes supermercados explicaron 39,9 por ciento de los ingresos sectoriales. Este dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que entre 10.000 empresas minoristas hubo siete grupos que concentran las mayores superficies comerciales y la más alta facturación. Estas firmas son la francesa Carrefour; la chilena Cencosud, con locales Vea, Jumbo y Disco; la nacional Coto; la nacional La Anónima; la española Día Market; la norteamericana Walmart; y la francesa Casino, con tiendas Libertad. En cuanto al nivel de empleo que genera el sector, registraron unos 125.000 puestos de trabajo en 2012. De este total, 67,2 por ciento fueron demandados por las diez compañías más grandes de la actividad minorista.

La cadena de distribución y comercialización utiliza numerosas estrategias para captar rentas de los consumidores. En períodos de inflación, la dispersión de los precios es una de las tácticas más agresivas. “La gente pierde la referencia de lo que resulta caro o barato cuando hace las compras, lo que es aprovechado en la rama para ensanchar la brecha de precios”, explicó Dvoskin. La facilidad con la que los comerciantes aplican esta táctica refleja la elevada concentración del negocio de ventas minoristas. Esta concentración se manifiesta también en los márgenes de grupos multinacionales, los cuales obtienen mayores beneficios en Argentina que en otros países.

Además de la dispersión de precios, la rama incorpora otros recursos para expandir ganancias durante procesos de inflación prolongados. Una de estas fuentes de ingresos extra es la posibilidad de comprar y almacenar una gran cantidad de mercadería para adelantarse a su-bas posteriores. Los supermercados registran también fuertes beneficios financieros debido a que pagan a los proveedores de la industria en un lapso de 60 días, cuando reciben el cobro de sus ventas en un promedio de 15 días