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A partir de hoy y hasta el domingo 12, el Festival Internacional Cambalache ofrecerá un nutrido programa de actividades. Nacido hace 7 años, este evento continúa tras el objetivo de abrir un espacio para desarrollar proyectos escénicos que establezcan un cruce entre el tango, el teatro y la danza. Organizado por José Garófalo, Alberto Goldberg, Andrés Alarcón, Silvia Toscano, Melina Brufman y Cristian Cata, el festival ofrecerá espacios de reflexión, talleres de formación y perfeccionamiento, aparte de espectáculos nacionales e internacionales (ver aparte). Las doce obras seleccionadas podrán verse desde el viernes 10 hasta el domingo 12, en el Complejo Cultural Teatro 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444. Además de espectáculos nacionales, en esta edición participarán trabajos provenientes de Holanda, Francia y Eslovenia.

La inauguración del VII Cambalache será hoy a las 18, en el Centro Cultural E. Sábato, de Uriburu al 700. Actuarán el Diego Schissi Quinteto y el Sexteto Respiro, tendrá lugar la inauguración de la sección de plástica y se estrenará La comparsita no aérea, performance de Brenda Angiel y Mauro Dann, especialmente creada para la ocasión. Mañana, de 18 a 21, será la jornada dedicada exclusivamente a la sección audiovisual, con la participación de catorce cineastas, algunos locales y otros provenientes de Inglaterra, España, Japón, Francia, Venezuela, Finlandia y Perú. Esto se realizará en la Casa Nacional del Bicentenario, Riobamba 985. Por otra parte, el miércoles y el jueves a partir de las 21 continuará la sección musical de Cambalache, con la actuación del grupo Sexteto Ojos de Tango, Monos del Infierno Sexteto, Proyecto LCB y Astillero, en la Escuela de Tango Orlando Goñi, Cochabamba 2536.

La bailarina y coreógrafa Melina Brufman integró el comité de selección de los espectáculos, junto a Silvia Toscano, Roberto Reis, José Suaya y Claudio González. En una entrevista con Página/12, la artista analiza el estado en que se encuentra la fusión entre el tango y otras artes.

–¿Cuál es su opinión acerca del desarrollo de los espectáculos que en el país y en el exterior fusionan el tango con otras artes?

–En general todas las propuestas que ambicionan abordar otros tipos de relatos o lenguajes, independientemente de que tengan o no producción independiente, tienen en contra el tiempo: ningún lenguaje se fusiona rápidamente. Los frutos de estas experiencias comienzan a madurar luego de mucha investigación. Pero es muy alentador ver cómo esta forma de trabajo se ha convertido en una necesidad genuina para muchos artistas.

–En el país, ¿se van formando grupos artísticos o los espectáculos se concretan solamente entre parejas que bailan?

–Suceden ambas cosas. Creo que para los fines de la creación, los equipos de trabajo son absolutamente necesarios y enriquecedores. Trabajar en soledad plantea muchas limitaciones. Y en ese sentido, un grupo independiente bien aceitado con un camino recorrido, grafica la situación ideal. Claro que después está la realidad: los grupos independientes deberían recibir muchísimo más apoyo económico. De lo contrario es muy difícil sostenerse.

–¿Qué características tiene la programación de esta edición de Cambalache?

–Creo que hay para todos los gustos. Intentamos armar una paleta lo más amplia posible de propuestas diversas. Por lo tanto no hay un eje narrativo que relacione las obras. Pero analizamos los lenguajes que cada propuesta fusiona y, en base a eso, se armó día a día la programación para ofrecer una combinación interesante para el espectador.

–¿Hay cuestionamiento social y cultural desde alguna de las propuestas?

–Para los que integran ese comité, la instancia de selección es como un termómetro que indica tendencias en la búsqueda creativa, motivaciones o cuestionamientos que abordan los artistas que presentaron proyectos. Es curioso, pero la comunicación, el otro y la soledad son los temas más recurrentes. Como si la comunicación fuese un gran misterio que los artistas están resueltos a resolver a partir de desarrollos muy variados.

–¿Cree que el tango continúa en expansión en cuanto al interés que despierta?

–Yo creo que no hay límites para el crecimiento de propuestas artísticas con el tango, excepto el económico. Y el público está presente, esperando ver algo que lo transporte.

–¿Qué cree que espera ese público?

–Un buen público se deja sorprender y seducir. Quizá los productores deberían recordar esto y apostar a propuestas que sorprendan. De todas formas, nunca aposté a crear de acuerdo con las necesidades de un público. Eso no es arte sino marketing, una simple manipulación con fines de consumo.