TEATRO › LA OBRA IN MEMORIAM HOMENAJEA A ALEJANDRO DE MICHELE
Martín Equiza, primo del fallecido cantante de Pastoral, y el director Mariano Musó le dieron forma a esta puesta. Forma parte de una serie de homenajes al vocalista, a treinta años de su fallecimiento en un accidente automovilístico.
› Por Cristian Vitale
En tres días, Alejandro De Michele estaría cumpliendo 59 años, de no haber sido por el accidente automovilístico que lo impidió, hace 30. Tenía 28 cuando partió, el 20 de mayo de 1983, dejando un puñado de hermosas y tristes canciones. “En el Hospicio” y “Humanos” fueron las más conocidas, pero hubo otras mejores. Más profundas, conmovedoras. Una en dos movimientos (“Me desprendo de tu vientre”–“De regreso a tus entrañas”), por caso; o la bella “Atrapados en el cielo”, o la crítica “Mecenas de la farándula”, o la escéptica “Lucifer asomó”. Pero un primo hermano suyo, Martín Equiza, y un director de teatro, Mariano Musó, fueron a más y hallaron en “Aquí Luis” la expresión ideal para homenajearlo. Vieron en la combinación entre su poesía desgarrada (“Si pudiera deslizarme por tu sangre /y llegar a lo que me querés decir/ saltaría a la tumba que hoy te encierra/ para decirte que ya estoy aquí”) y el personaje a quien iba dirigida (un frágil paciente psiquiátrico), el modo más eficaz para traer a De Michele al presente. “La historia con Luis es simple: él tenía problemas psiquiátricos y solía estar internado en diversos centros, Alejandro siempre lo iba a visitar y esas charlas son parte del misterio”, señala Equiza, y empieza por la parte.
La parte de un todo que se llama In Memoriam y consiste en una obra de teatro que va todos los domingos a las 22 en el Teatro del Tinglado (Mario Bravo 948), cuya causa y fin es defender y refrendar el legado estético del vate musical de Liniers. “Es un proyecto que vengo soñando hace más o menos diez años”, enmarca Equiza y explica ciertos motivos: “Alejandro tenía un carácter y una forma de ver las cosas que no coincidía con la de sus pares músicos, además de una frontalidad que evidentemente no fue del agrado de muchos, prueba de ello es que no hay versiones de ninguno de sus mejores temas. También existió el factor ‘prensa especializada’, como él decía, cuya mutua áspera relación impidió que sus canciones trascendieran a generaciones posteriores. Alejandro nunca obsecuente con la industria, fue hipercrítico con todo lo establecido, tanto con los empresarios como con los sellos discográficos. Cuando el rock empezó a ser un gran negocio, aparecieron los mercenarios de siempre para bastardear lo puro. Además, él escribía poemas y luego componía la música, y sus letras no son para cualquiera, por su profundidad, por su calidad, y por cierta sutileza para expresar ideas y emociones que si no sos permeable al arte y no tenés un amor profundo por la libertad, difícilmente puedas valorar. Por eso la necesidad de rescatarlo”, justifica el motor de la idea. “Vi muchas veces a Pastoral en vivo, pero recién después de mucho tiempo de la ausencia de Alejandro descubrí quién era”, admite Equiza, que también participa de la obra como actor y escenógrafo.
In Memoriam dura 75 minutos y aborda a De Michele a partir de una de sus musas inspiradoras: Luis. El autor trata de adivinar los diálogos que ambos tenían cada vez que el músico caía en el psiquiátrico para ver a su amigo y les incorpora una narrativa de la cual las canciones –interpretadas por Yamil Kadre– son parte fundamental. “Toda la música está hecha a nuevo por nosotros porque, al no haber masters de la música de Pastoral –ocho discos total–, no podíamos hacer las pistas, y para eso fue fundamental Armando Tello Tabacchi, el mentor de esas músicas. Otro tema fue la elección del repertorio: tuve que seleccionar quince entre unas 140 piezas de Alejandro, después de pelearme mucho conmigo mismo”, se ríe Equiza, sobre el veredicto final que, además de “Aquí Luis” y los clásicos, contempla bellas canciones como “Dama antigua”, “Mujer silencio” o “Manchas de humedad”. “Dividí la obra en tres hitos fundamentales, que tienen que ver con Luis. La primera es ‘En el hospicio’; la segunda –mi favorita–, ‘Atrapados en el Cielo’; para terminar con ‘Aquí Luis’, que se deduce que Alejandro escribió después de la muerte de Luis. Digo ‘se deduce’ porque no conocí a Luis, y Alejandro lo mencionaba poco. Ni siquiera sus amigos íntimos compartían esa atracción que sentía mi primo por la figura de su musa.”
In Memoriam es parte de una serie de homenajes que se están haciendo sobre De Michele, a treinta años de su desaparición física. Todo organizado por Pastoral, Fusión de Grupos, una entidad que agrupa a los admiradores del dúo que se maneja mediante redes sociales “y en total soledad”, según Equiza. Uno de ellos fue el 30 de abril en la Legislatura porteña, con la presencia de León Gieco, y otro el 4 de mayo, cuando se descubrió una placa de acero con una foto de Pastoral en la puerta del Estadio Obras, donde el dúo dio su último recital, precisamente el 30 de abril de 1983. “Miguel Angel Erausquín –la otra parte del dúo– no vino, pero está al tanto de todo. Aprobó la movida, pero él estuvo todos estos años en España y ahora está viviendo en Río Gallegos. No hemos tenido contacto personal con él, pero sé de buena fuente que está todo bien”, cierra Equiza, sobre el giro que faltaba para redondear la onda de un recuerdo justo.
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