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Lunes, 9 de febrero de 2015

TEATRO › BAJO TERAPIA, LA OBRA SURGIDA DEL CONCURSO CONTAR 1

Una apuesta que no es tal

Escrita por el joven santafesino Matías del Federico, la obra elegida por una asociación empresaria para incentivar a los autores argentinos que quieran estrenar en el circuito comercial tiene notorias similitudes con el éxito Toc Toc.

 Por Paula Sabatés

Desde las páginas de este diario se ha insistido en la importancia de que el circuito teatral comercial, al que accede una gran cantidad de espectadores por año, ofrezca no solamente obras de autores extranjeros, como viene sucediendo en los últimos años, sino también textos de dramaturgos nacionales. La convicción de que el teatro habla, quiera o no, del lugar y la época en la que es producido, y de que ayuda por ende a construir la propia historia de un pueblo, es el motor de esa demanda, que muchos teatristas y espectadores comparten. También pareciera ser una preocupación de los productores teatrales –agentes muchas veces ignorados, pero fundamentales de este sistema de producción–, que recientemente han programado en sus salas diversos espectáculos surgidos del off. Aquéllos, como los concebidos originalmente para la calle Corrientes, hoy tienen la oportunidad de mostrarse para cientos de personas que a lo mejor no hubieran llegado a ellos cuando aún se representaban en salas con diez veces menos butacas.

La inclusión de esas obras fue un gran paso (y está siendo un éxito). Pero quizá lo fue más aun el lanzamiento, en la segunda mitad de 2014, del concurso Contar 1. Promovido por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), que suele impulsar lúcidas iniciativas, el certamen tuvo como objetivo incentivar a los dramaturgos argentinos a la escritura de una pieza pensada para ser estrenada en la calle Corrientes. Las obras seleccionadas se vieron en formato semimontado en El Picadero, una de las salas del circuito. Pero Bajo terapia, escrita por el joven santafesino Matías del Federico, tuvo mejor suerte: fue elegida entre todas para hacer temporada en el Metropolitan Citi, uno de los lujosos teatros del complejo homónimo, donde se puede ver desde el 7 de enero. La noticia también fue celebrada por este suplemento, que editó una nota al respecto titulada “Apuesta en la calle Corrientes”.

Pero en ese entonces, antes de su estreno, esta cronista no había podido advertir algo que ahora sí. En una apuesta se arriesga. Y lejos de esa actitud está esta propuesta, que es producida en conjunto (por tratarse de un acontecimiento) por seis de los más importantes productores que tiene la actividad teatral en el país: Pablo Kompel, Carlos Rottemberg, Julio Gallo, Ignacio Laviaguerre, Sebastián Blutrach y Mauricio Dayub. La obra, que dirige Daniel Veronese, es casi igual a Toc Toc, el fenómeno teatral que ya va por su quinta temporada en el Multiteatro, que está haciendo una temporada paralela en Mar del Plata con un elenco especial para giras, y que ya cautivó a más de un millón de espectadores en todo el país. Fenómeno que protagoniza el mismo Dayub. Un pequeño gran detalle...

Como en esa pieza del francés Laurent Baffie (que aquí dirige Lía Jelín), en esta obra el público es testigo de una sesión de terapia en la que el psicólogo/a no puede estar presente, lo cual obliga a los pacientes a interactuar entre sí. Si bien hay diferencias entre ambas obras (en la primera se trata de pacientes individuales, en la segunda de terapia de pareja; en esta última la ausencia es con aviso, mientras que en Toc Toc se trata de un retraso del profesional, etc.), y si bien la dramaturgia de Del Federico es lúcida, lo cierto es que en ambas se repite una misma lógica. Y también un mismo tipo de final: inesperado, para quien vio Toc Toc por primera vez hace unos años; predecible, para el espectador de Bajo terapia, que se encontrará con aquella reminiscencia desde el mismísimo comienzo.

Cabría preguntarse si es casualidad que, luego de un semestre de caída de la actividad (“a partir de mediados de agosto, la caída de la actividad coincidió con que las propuestas que estaban en cartel comenzaron a agotarse y los productores no tuvimos reacción de recambio”, decía Blutrach en una nota de su autoría), los empresarios eligieran entre tantas obras una tan similar a otra que es un éxito probado. También si es pecado, o algo “inmoral”, esa elección. Desde luego que no. Como empresarios –y esa palabra no debe verse de ningún modo de forma peyorativa, porque no lo es–, son ellos quienes, a fin de cuentas, se arriesgan (ahora sí) al éxito o al fracaso. Pero es una discusión que la comunidad teatral debería darse. ¿Hace crecer la actividad el hecho de que haya dos obras tan similares exhibidas en teatros que se encuentran a una cuadra de distancia? ¿No sería más “sano” escaparle a lo seguro y apostar, verdaderamente, por una dramaturgia nacional y original, si era ese el propósito?

Claro que, por fuera de esta fuerte impresión, hay otras cosas por decir de Bajo terapia. Porque el equipo artístico sí arriesga, logrando un trabajo de mucha calidad. Bajo el mando de Veronese, que todos los años se luce con una o más propuestas para la calle Corrientes, Héctor Díaz, María Figueiras, Darío Lopilato, Manuela Pal, Mercedes Scapola y Carlos Portaluppi construyen personajes bien delineados, y con mucha solvencia (aparte: el personaje de este último recordará, a quienes lo hayan visto, a aquel que hacía en Emilia, de Claudio Tolcachir). Sus grandes interpretaciones hacen que todo funcione como tiene que funcionar: el público se ríe durante la casi hora y media que dura la obra, salvo por el final, que logra generar misterio y algo de reflexión sobre lo que es el único “argentinismo” que tiene la pieza (y que se preservará para no arruinar el desenlace).

Aunque la advertencia es inevitable. Por unos meses, Toc Toc seguirá haciendo funciones en el Multiteatro, para 370 espectadores por noche, cinco de los siete días de la semana. Un total de 7400 espectadores por mes, si la sala se llena. Si a eso se le suman los espectadores de Bajo terapia (que tiene una función menos por semana, pero una sala con capacidad para casi la misma cantidad de espectadores), ¿cuántos de los espectadores potenciales de teatro consumirán otras historias? La respuesta será del público; los costos, de los productores. La reflexión, en un tiempo, seguramente de todos.

* Bajo terapia tiene funciones los jueves a las 20.15, los viernes a las 22.30, los sábados a las 20.30 y los domingos a las 19.30, con entradas desde $ 250, en el Metropolitan Citi, Av. Corrientes 1343. El lunes 16 habrá función especial por el feriado de Carnaval.

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Bajo terapia se puede ver de jueves a domingo en Metropolitan Citi.
 
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