Ya son diecinueve los años que separan el debut de Los Cazurros en las playas de Valeria del Mar de este presente, que los encuentra en el teatro y la televisión. Y de aquellos orígenes a hoy, pasaron de actuar a la gorra, a teatros independientes y también a disfrutar las luces de la calle Corrientes. Ese crecimiento sostenido en sus obras, que conjugan diversión para grandes y chicos con humor, motivó que fueran convocados por Pakapaka el año pasado. Lejos de las playas que los vieron nacer, Los Cazurros pasan este verano en Buenos Aires, donde trabajan por duplicado: presentan Cazurros refritos. Historias que fueron un plato y Al rescate de la imaginación. “Por distintos motivos tuvimos que quedarnos en Buenos Aires y, después de tantos años haciendo temporada de verano en la costa, ésta es una experiencia nueva para nosotros”, dicen casi a la par Pablo Herrero y Ernesto Sánchez a Página/12.

En el patio de la Ciudad Cultural Konex, como parte del ciclo Parador Konex, el dúo recupera los sketches y aventuras que más los divirtieron en estos años: recobrar su cajón de los juguetes en un parque de diversiones maléfico; cuando se perdieron en el túnel del tiempo; contar historias como se las contaban sus abuelos para vencer a los malos. Así logran armar una nueva aventura a partir de fragmentos de sus últimos shows. “Lo tomamos como un estreno porque no es copy-paste de nosotros mismos”, aclara Herrero, y el contexto ayuda a la “propuesta cazurra” de convertir el lugar en una sala de juegos. Al presentarse en un espacio abierto, con reposeras en lugar de butacas, a Sánchez le recuerda los comienzos en la costa y a la gorra. “Es una forma que ya tenemos aceitada y que disfrutamos mucho. Y está divertido porque es en el patio, no estamos encerrados”, compara.

Los Cazurros ya excedieron el ámbito teatral para recalar en la televisión en 2011, y durante enero se mudan de Pakapaka a los estudios de la Canal 7 para hacer Al rescate de la imaginación. Allí se convierten en titiriteros, actores, imitadores o clowns, y a pesar de que a veces las cosas no les salen del todo bien, siempre pueden seguir jugando. Como la idea era abrir las puertas del canal al público para que pudieran conocer las instalaciones y el Museo de la Televisión que hay allí, pensaron en Los Cazurros. “Al rescate... es un espectáculo que aggiornamos al lugar donde lo hacemos”, asegura Sánchez. Y Herrero cree que este espectáculo era el ideal para este ciclo, ya que el lema de Pakapaka es “el poder de la imaginación”: “Al rescate... tiene mucho que ver con eso: abrir la imaginación. Somos nosotros dos jugando en historias que van pasando”, concluye.