Como parte del Ciclo Teatro del País, el Teatro Cervantes ofrece una cartelera especial de obras para toda la familia, seleccionadas de entre las 184 propuestas que se acercaron para formar parte del proyecto. “La convocatoria era a obras de teatro que no hayan sido accesibles al público porteño. Podían ser de cualquier rubro”, aclara a Página/12 Gabriel Cosoy, coordinador de la selección de las obras. “Dentro de una muestra acotada –porque lo que se produce en el resto de las provincias es muchísimo teatro– tiene que haber una sección dedicada al teatro para toda la familia”, explica, y menciona las obras que podrán verse en las salas del Cervantes (Libertad 815): Derechos torcidos (versión cordobesa del Teatro Real, hoy a las 17.30), Y estoy vivo y contando... Juan Moreira (versión bonaerense con títeres de Diego Lovizio, mañana a las 18.30) y Pintando a Berni, collage opulento polimatérico (también de Buenos Aires, de Florencia Cresto, el viernes 21 a las 21).

Los criterios de selección se elaboraron en relación con la calidad y la representatividad de las obras: por un lado, espectáculos que hayan demostrado que generaron en el público local cierta adhesión, y que reúnen las condiciones y características de un espectáculo de calidad; por otro lado, la representatividad territorial, es decir, que haya un balance en el total del Ciclo Teatro del País, ya que si bien no están representadas todas las provincias “se buscó que sí lo estén todas las regiones del país”, dice Cosoy. “Hay una diversidad que es interesante. Se ven influencias, son espectáculos que no están atravesados específicamente por algo que desde Buenos Aires no podemos llamar regional. Las grandes corrientes del teatro atraviesan todos los territorios del país, por lo que lo que se puede ver es cómo opera lo provincial o regional en los modos de producción”, analiza.

Cada uno de los espectáculos tiene una característica que lo destaca. “Creo que, como todo arte que trasciende, tiene un costado enigmático”, sostiene Cosoy respecto de la vigencia de los temas tratados. “Juan Moreira es un personaje que representa los valores positivos del universo rural, pero también en conflicto con el poder. En ese sentido, ofrecerle al público infantil una mirada contradictoria de un héroe, y no una estandarizada, sin fisuras, me parece un aporte para los chicos.” En el caso de la versión de Midón, es mostrar que hacer teatro “está al alcance incluso de los que sufren dificultades, y eso los compromete al hablar de su propia temática. Además, porque Midón encontró una cuestión estética, formal, que es típicamente argentina”. Por último, en el caso de la obra que alude a Berni, “el teatro, a través de una propuesta lúdica, acerca su obra a los chicos. Berni fue un gran pintor del mundo infantil, sobre todo a través de Juanito Laguna. Un pintor que a través del espectáculo puede despertar algún tipo de interés en conocer su obra”, concluye.