Los miembros de la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (Aptra) lo hicieron de nuevo. La alegría de que la radio tuviera su propia ceremonia de entrega, dejando por primera vez en su historia de estar opacada por la televisión, duró hasta que la entidad dio a conocer los nominados del éter. Como en tantas otras veces a lo largo de su historia, una vez más los cien miembros de Aptra volvieron a demostrar que su fuerte no es la rigurosidad ni el conocimiento sobre el medio, ya sea la pantalla chica o la radio. Al menos así lo atestiguan los errores que acompañan a las ternas, donde aparecen nominados profesionales de la radio que hace años no realizan la tarea por la que fueron ternados o directamente nunca la ejercieron en su vida. Ya no se trata de criterios periodísticos y artísticos, siempre subjetivos, sino de verdaderos “horrores” que desprestigian a cualquier premio (si aún tuvieran prestigio alguno).

Uno de los errores más visibles tiene que ver con la categoría de “relator deportivo”. En ese rubro, Víctor Hugo Morales (Continental) comparte terna con Paulo Vilouta (La Red) y con Sebastián Vignolo (Del Plata). Más allá de las consideraciones personales, lo cierto es que Vignolo no sólo no relató ningún partido por la AM 1030 durante el período comprendido (junio de 2015 a junio de 2016), sino que tampoco lo hizo... ¡en los últimos cinco años! Para embarrarla aún más, el presidente de Aptra, Luis Ventura, justificó el error afirmando que el problema fue que “en el padrón de Aptra hay mucha mujer”.

El otro papelón tuvo que ver con el rubro “locución”. El problema, allí, no es temporal. En la terna como mejor locución se nominó a Luis Albornoz (Disney), José Miranda Lugano (Rivadavia) y a Gustavo Noriega (Radio Ciudad), el crítico de cine que hace años ejerce en radio distintas tareas periodísticas pero nunca hizo las veces de locutor, profesión para la cual es necesario estar matriculado.