La estatuilla del Premio Goya, que le había sido robada el domingo pasado al director Albert Solá en una fiesta tras la ceremonia de entrega de los galardones al cine español, fue devuelta ayer por el ladrón, que resultó ser un crítico de cine desempleado que quiso protestar por el “sectarismo” del sector. “Estoy harto de que siempre se lleven los premios los mismos, del sectarismo del cine español”, dijo el punguista militante. Y agregó: “En este país siempre es igual. Tiene mala calidad, las subvenciones y los premios se los llevan siempre los mismos”.