Harry Potter fue a parar a la comisaría. Un set completo de los siete volúmenes que componen la saga del joven mago fueron puestos bajo custodia policial porque un banco rechazó guardar en sus cajas de seguridad los libros, que contienen la firma de su autora, Joanne K. Rowling. Los libros de Potter, así como una carta manuscrita en la que la escritora confirma la autenticidad de su firma, serán subastados para fines benéficos y el dinero irá a la organización Books Abroad, que había solicitado al banco escocés Clydesdale la custodia de los ejemplares firmados hasta el día de la subasta, el próximo miércoles 19. La entidad escocesa se negó alegando que su seguro no cubría ejemplares de tanto valor: en el remate se estima recaudar al menos 40.300 dólares.