Miércoles, 22 de diciembre de 2010 | Hoy
CULTURA › ACTIVIDADES ARTíSTICAS EN EL COMPLEJO TEATRAL DE BUENOS AIRES
A partir del miércoles 19 de enero regresarán a escena espectáculos que formaron parte de la temporada 2010. La principal novedad es la “retrospectiva” de un puñado de obras de Daniel Veronese, estrenadas en el off. En la sala Lugones habrá un ciclo dedicado a Oshima.
Por Silvina Friera
El primer mes del año divide las aguas en dos mitades aparentemente irreconciliables. Enero puede ser el “paraíso en la Tierra”, si se está cerca de una playa, sierra o montaña, bien lejos del calor porteño. Entre los que se quedan en la ciudad, algunos disfrutan de un espacio “más vacío”, con menos gente dando vueltas por las calles. Otros, en cambio, temen que el “letargo veraniego”, esa especie de parálisis ociosa que implica no saber bien qué hacer, se prolongue por tiempo indefinido. A los más “optimistas” o los que militan en el “escepticismo estival”, la actividad teatral les ofrece una oportunidad. El Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA) no se toma vacaciones. A partir del miércoles 19 de enero regresarán cinco espectáculos que formaron parte de la temporada 2010: La vida es sueño, Viaje de un largo día hacia la noche, La gran magia, El pasado es un animal grotesco y Sin pecado concebido. La principal novedad es la “retrospectiva” de un puñado de obras de Daniel Veronese, estrenadas en el “circuito off”: Mujeres soñaron caballos, Espía a una mujer que se mata (versión de Tío Vania de Anton Chejov); El desarrollo de la civilización venidera y Todos los grandes gobiernos han evitado el teatro íntimo (versiones de Casa de muñecas y Hedda Gabler, de Ibsen, respectivamente). Los cinéfilos superarán el “síndrome de abstinencia” que tanto los aqueja en esos días gracias al ciclo Nagisa Oshima: los comienzos de un maestro, programada por la sala Leopoldo Lugones entre el sábado 22 y el domingo 30 de enero.
Apuntalar la temporada de verano es la tarea, el primer lanzamiento que comparten el director general del CTBA, Carlos Elía; el director artístico, Alberto Ligaluppi, y el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi. “La oferta cultural de la ciudad fue ganando muchísimo en el verano en los últimos cinco años. La idea es que se puedan ver parte de los espectáculos que fueron exitosos en invierno. Todo el Complejo estará abierto, con los mismos precios de la temporada”, subraya Lombardi. En la sala Casacuberta del San Martín, Viaje de un largo día hacia la noche, de Eugene O’Neill, en versión y dirección de Villanueva Cosse, volverá el miércoles 19 de enero. Ese mismo día, en la Cunill Cabanellas, arrancará el ciclo de obras de Veronese (ver agenda). En la Martín Coronado, el jueves 20, se repondrá La vida es sueño, clásico de Pedro Calderón de la Barca. Ese mismo jueves, también en la calle Corrientes, pero en el Alvear, regresará La gran magia, dirigida por Daniel Suárez Marzal.
Habrá teatro en Palermo y en La Boca. Para quienes prefieren rumbear por la zona del Jardín Zoológico, a partir del jueves 20 continuarán las funciones de El pasado es un animal grotesco, con dramaturgia y dirección de Mariano Pensotti, en el Teatro Sarmiento. Sin pecado concebido, el espectáculo de danza-tango de Silvana Grill, regresará el sábado 22 en el Teatro De la Ribera. Además volverá el ciclo “Música en el Hall” del San Martín, con entrada libre y gratuita, los viernes y sábados a las 19, con Omar Cyrulnik + Fernando Muslera (viernes 21 y sábado 22), y Luis Agudo + Pablo Bobrowicky (viernes 28 y sábado 29). En febrero, dos clásicos del Grupo de Titiriteros y del Ballet Contemporáneo del San Martín, El gran circo y Carmina Burana, se presentarán en el Anfiteatro del Parque Centenario, con entradas a diez pesos. “Este es un ciclo nuevo: todos los veranos, en febrero, el San Martín estará en el Parque Centenario, como parte de la proyección del teatro hacia los barrios”, cuenta Lombardi. “Una oferta pública, a un precio relativamente accesible, es una oportunidad para los que no pudieron ver las obras.”
El ministro de Cultura revela que el “presupuesto operativo” del Complejo Teatral –traducido “al criollo” del ciudadano de a pie, el dinero que se destina exclusivamente a cuestiones artísticas– aumentó aproximadamente un 20 por ciento: pasó de 61 millones de pesos anuales en 2010 a 73 millones para 2011. “Dentro de una estrategia general que debiera ser la creación de nuevos públicos, aprovechar el verano es muy importante –insiste Lombardi–. Pongo tanto énfasis en la temporada de verano porque lo peor que nos puede pasar es que presentemos esta oferta y la gente no venga. Pero va a andar bien.” El ministro de Cultura plantea que la “retrospectiva” de Veronese significa “un gran retorno de Veronese al San Martín”, ámbito donde el dramaturgo y director se formó. ¿Este ciclo de Veronese es la puerta de entrada para que esté en la programación del Complejo, con obra nueva, en 2011?, pregunta Página/12. “Lo estamos pensando”, responden, sin dar más detalles, Elía y Ligaluppi.
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